El aumento en la recaudación fiscal de 2 mil 450 millones de pesos registrada en 2011 por la venta de cigarros se puede caer este año porque el impuesto de siete pesos por cajetilla no está indexado a la inflación. Además, se reduciría el impacto de esta carga impositiva para desalentar el consumo entre los adolescentes, advirtieron organizaciones civiles.

En vísperas del Día Mundial sin Fumar (31 de mayo), los activistas señalaron la necesidad de que el gobierno federal se pronuncie en contra de la interferencia de la industria tabacalera en la política antitabaco y se comprometa a fortalecer la legislación en la materia. Se trata, resaltaron en conferencia de prensa, de revertir la cifra de 60 mil muertos al año por enfermedades asociadas al tabaquismo.

Juan Núñez, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento), destacó la necesidad de que también los candidatos a la presidencia de la República y a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal se comprometan a dar continuidad a la estrategia nacional, e incluso, a aumentar las medidas de protección de los no fumadores.

Informó que los aspirantes a estos puestos de elección están convocados a participar en el Foro Compromiso por la Salud: enfermedades crónicas no transmisibles, que se celebrará el 4 y 5 de junio, organizado por diversas organizaciones civiles. Núñez comentó que además del tabaquismo están los problemas de sobrepeso y obesidad que condicionan los padecimientos que actualmente provocan la mayor parte de las muertes en el país.

Se requiere que haya dinero y definiciones claras en torno a problemas como el cáncer, la obesidad y el tabaquismo, entre otros. Hasta ayer, estaba confirmada la asistencia de los candidatos del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, y de Nueva Alianza, Gabriel Quadri.

Erick Antonio Ochoa, director de iniciativas para el control del tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón, se refirió al lema que este año promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Mundial sin Fumar, relacionado con la interferencia de la industria tabacalera.

A causa de dicha intervención, dijo, en el Congreso no pasó la propuesta para actualizar el impuesto especial a los productos del tabaco, en vigor a partir de 2011, por lo que los siete pesos vigentes desde entonces se mantienen igual este año.

Resaltó que una medida impositiva es efectiva para desalentar la compra de cigarros cuando es progresiva.

Así como la industria logró obstaculizar el aumento del impuesto, también se ha interpuesto para frenar otras 14 iniciativas de ley en las Cámaras de Diputados y senadores, aseguró.

En cambio, las empresas han pugnado por introducir cambios legales en su favor, como la permisividad para vender cigarros de sabores, como en otros países. Estos productos están dirigidos a jóvenes con la finalidad de engancharlos en la adicción, dijo.

La recomendación de la OMS es que el gravamen debiera representar 70 por ciento del precio de los cigarros, lo cual se lograría con el aumento de 11 pesos que hace unos días recomendó la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.