A casi cuatro meses de haber conseguido el pase olímpico, la clavadista Carolina Mendoza se alista para su primera competencia internacional después de haber conseguido su boleto a JO y última antes de Londres 2012, la semana próxima en el Grand Prix de España, donde espera refrendar su calidad, aunque está enfocada en los Juegos Olímpicos.

Estoy muy contenta, así que sigo entrenando para no simplemente ir a foguearme, sino a dar realmente un buen resultado; quiero traer resultados para México y le estoy echando muchas ganas, señaló la plataformista que estará en esa prueba a la par de Paola Espinosa, y que a sus recién cumplidos 15 años será la más joven de la delegación mexicana.

La calificación de Carolina, el pasado 21 de febrero durante la serie mundial, en la propia fosa londinense donde se disputarán los clavados, fue la mayor sorpresa en el equipo, que por primera vez asistirá completo a una cita olímpica.

Al término de su primer entrenamiento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, donde se desarrolla como talento, Carolina, estudiante de tercero de secundaria en el mismo CNAR, se da tiempo para la entrevista en las instalaciones de la alberca, donde realiza a diario la primera sesión de entrenamiento antes de dirigirse hacia las aulas hacia las 9 horas.

Convencida, la joven asegura que ha visualizado ser sorpresa en Londres, en la misma dimensión de lo que significó haber ganado el boleto olímpico, no sólo al librar la eliminatoria, sino firmarlo con su nombre al llegar a la final, en la que terminó en quinto lugar.

Mi entrenador (Jorge Carreón) y yo nos hemos preparado muy bien y creo que sí vamos a dar un muy buen resultado en Juegos Olímpicos, dijo, y comentó que han modificado el entrenamiento para mejorar todos los clavados.

Estuve como dos meses con pura preparación (física) para subir a diez (metros); he perfeccionado muchas cosas, son solamente detalles los que tengo que afinar para poder hacerlo todo perfecto, anotó la joven deportista, quien se recupera de un desgarro en el hombro derecho, una lesión común para quien tira entre 100 y 150 clavados diarios.