En la reserva estatal de Wirikuta, en San Luis Potosí, que abarca 140 mil hectáreas, alrededor de 70 por ciento de la superficie está repartida en 76 concesiones mineras y no se han modificado, a pesar del anuncio del gobierno federal de que destina como reserva minera nacional 45 mil hectáreas, advierte el Frente en Defensa de Wirikuta.

De esa superficie, tan sólo 761 (de 4 mil 500) hectáreas fueron cedidas por la minera First Majestic Silver al gobierno federal para ser incluidas en la reserva minera nacional, pero la amenaza mayor es la de la empresa Revolution Resources con su proyecto Universo en 59 mil hectáreas, casi la mitad de Wirikuta, territorio sagrado de los wixárika (huicholes).

El pasado 24 de mayo, en lo que calificó de hecho histórico, el gobierno federal anunció la cesión de las 22 concesiones de First Majestic al gobierno federal y al pueblo wixárika; en total 45 mil hectáreas que serían parte de la reserva minera nacional.

De acuerdo con el artículo 10, capítulo segundo, de la Ley Minera, “por causas de utilidad pública o para la satisfacción de necesidades futuras del país podrán establecerse zonas de reservas mineras, mediante decreto del Ejecutivo federal publicado en el Diario Oficial de la Federación. Sobre las zonas incorporadas a dichas reservas no se otorgarán concesiones ni asignaciones mineras”. Es decir, falta que se publique el decreto. En tanto, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, esta semana volvió a visitar la zona.

De acuerdo con información del Frente en Defensa de Wirikuta, la empresa First Majestic ocupa en total 5 mil 700 hectáreas, y las que cedió son las que están alrededor del cerro Quemado, mismas que hace un año ya había ofrecido a las comunidades y dejan fuera las vetas que la empresa pretende explotar.

Además, el gobierno federal entregó la semana pasada a representantes de la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales documentos sobre la georreferenciación de la ruta sagrada y los centros ceremoniales, pero había prometido que los entregaría para una revisión antes de presentarlos como resultados finales. El gobierno ya está tomando decisiones sobre Wirikuta con base en los resultados finales de esta georreferenciación, que nunca ha compartido con el pueblo wixárika.

De concretarse los planes existentes para la imposición de megaproyectos en esta tierra sagrada, sería devastada la sierra de Catorce, matriz de la totalidad de los tejidos sociales para la cultura wixárika, así como zonas con abundante biodiversidad en el Bajío, donde el pueblo wixárika peregrina y recolecta su planta sagrada jícuri y donde se encuentra el hermano mayor Ka+yumari.