El hecho de que el presidente Felipe Calderón no haya dispuesto aún la promulgación de la Ley General de Víctimas es "una gran incongruencia, y una falta de respeto a los ciudadanos", que podría echar por tierra el consenso generado por dicha legislación entre todas las fuerzas políticas, advirtieron activistas de derechos humanos.

Rocato Bablot, vocero del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, señaló que algunos políticos han comenzado a sugerir que la ley podría caerse o que debe sufrir adecuaciones para ser operativa, lo cual demuestra la falta de voluntad para echarla a andar cuanto antes, como se habían comprometido a hacerlo los legisladores.

Me parece terrible que esté ocurriendo esto, porque a final de cuentas ya era una iniciativa aprobada, y de pronto empiezan a decir que hay que reformularla, sobre todo gente del PAN, como Óscar García Paniagua (presidente de la Cámara de Diputados), dijo el activista.

Aunque admitió que en la elaboración de la ley hubo algunos detalles imprecisos o ambiguos, por la velocidad y premura con la que fue redactada, consideró que es inexplicable, infantil y muy grave que de pronto, como se dice vulgarmente, no sepan dónde quedó la bolita. Ahora hablan de que se avaló con errores, pero de todas formas el hecho de que no aparezca (el documento avalado por el Congreso) es una gran irresponsabilidad.