Exige a gobiernos instrumentar medidas integrales de protección para los comunicadores
Las agresiones atropellan las garantías de la sociedad en general, afirma el relator La Rue
Miércoles 20 de junio de 2012, p. 28
Ginebra, 19 de junio. Una tendencia preocupante durante 2011 fue el aumento del número de ataques contra periodistas en todo el mundo, afirmó hoy aquí el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la libertad de expresión, Frank la Rue.
Las agresiones van de arrestos y detenciones arbitrarias, ataques verbales y físicos, a la confiscación o destrucción de equipos y asesinatos, expresó La Rue al presentar su informe anual en la 20 sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU.
Hizo hincapié en que la protección de los informadores requiere un enfoque integral, que incluye medidas materiales, legales y políticas de protección, así como la condena pública y el apoyo a la libertad de prensa por funcionarios de alto nivel.
El asunto de la protección a los comunicadores ha sido un componente central en mi mandato
, subrayó.
Expresó que un ataque contra un periodista es no sólo una violación a su derecho de difundir información, sino también un atropello a la garantía de los individuos y la sociedad en general de “buscar y recibir información e ideas de toda índole.
Sin respeto al derecho a la libertad de expresión, en particular la libertad de prensa, es imposible crear una sociedad informada, activa y comprometida, lo cual es esencial para la transparencia y la participación democrática
, manifestó.
Una agresión contra un comunicador, por tanto, puede ser concebida como un ataque contra la democracia
, destacó.
Indicó: La muerte o la situación de los periodistas extranjeros en situaciones de conflicto armado con frecuencia llama la atención de la comunidad internacional
.
Los comunicadores locales
Pero mostró preocupación por los comunicadores locales, pues enfrentan riesgos cotidianos y violaciones a sus derechos en situaciones que no han alcanzado el umbral de un conflicto armado, pero puede ser caracterizado por la violencia, la anarquía y/o la represión
.
Asimismo, la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, incluida la violencia sexual contra las periodistas.
La Rue enfatizó que los autores de los ataques contra comunicadores van de actores estatales a federales, como los grupos delictivos organizados, fuerzas de seguridad o grupos paramilitares.
Los periodistas que informan sobre temas como violaciones a derechos humanos, corrupción, crimen organizado, tráfico de drogas, crisis públicas, manifestaciones o cuestiones ambientales, en especial sobre los proyectos mineros y de infraestructura, están en riesgo, puntualizó.
Comunicadores online y blogueros también se enfrentan a otras formas de acoso, intimidación y censura, como la piratería en sus cuentas, la supervisión de sus actividades en línea, arrestos y detenciones arbitrarias, así como al bloqueo de sitios web que contienen información crítica con las autoridades.