Valencia, 24 de junio. Ante miles de aficionados, el español Fernando Alonso (Ferrari) lloró sobre el podio del Gran Premio de Europa, convencido de que su asombrada victoria sirvió para aliviar las penas de su país, azotado por una grave crisis financiera y anímica, y en lo deportivo estaba feliz por ser el nuevo líder de la Fórmula Uno.

Alonso, quien ganó por segunda vez en la presente temporada, estuvo flanqueado en un podio de antología, con el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) y el alemán Michael Schumacher (Mercedes), en una carrera memorable con tres campeones del mundo.

El vencedor festejó como nunca en el circuito urbano del puerto marítimo de Valencia, tras protagonizar una gran remontada del undécimo puesto en la salida al primero en la meta.

Al término de una carrera neutralizada entre la vuelta 28 y la 33, y marcada por los abandonos del germano Sebastian Vettel (Red Bull) –por avería en su coche– y del británico Lewis Hamilton (McLaren), entre sollozos el piloto español declaró:

“Sé que en España no es el mejor momento por la crisis. Para venir aquí hay que hacer un esfuerzo extra, sé que hay familias que para hacerlo duermen el fin de semana en los coches. Ayer quedaron un poco decepcionados por la clasificación y creo que hoy les devolvimos algo.

“Lloré por los sentimientos que tuve. Tenía el recuerdo de ganar en Barcelona 2006 (con Renault), pero hacerlo aquí con Ferrari, en casa con todas las banderas españolas en la grada, coincidiendo con la Eurocopa y el séptimo triunfo de Rafa Nadal en Roland Garros, es un momento en el que todos nos sentimos más españoles, es algo que sueñas siempre”, continuó.

Es la segunda victoria de Alonso en la temporada –después de la de Malasia– y es la primera vez este año que un piloto repite lo más alto del podio, ya que las siete carreras anteriores habían acabado con otros tantos ganadores; récord desde la creación del campeonato en 1950.

También es el primer podio de Schumacher, siete veces monarca mundial, luego de su retiro de tres años de los circuitos (de 2007 a 2009) y su regreso en 2010 a la F-1.

El mexicano Sergio Pérez terminó noveno y logró sumar puntos en una carrera que le resultó muy difícil, luego de que su equipo Sauber arriesgó demasiado en la estrategia “y al final la degradación de los neumáticos era grande.

Puede decirse que dos puntos no es un mal resultado si se empieza en el lugar 15 (de largada), pero lo más importante ahora es mejorar en las calificaciones, agregó Checo.

Hamilton, por su parte, salió frustrado y enojado por otro abandono. El británico llegaba a Valencia como líder mundial y terminó con las manos vacías, luego de haber sido chocado por el venezolano Pastor Maldonado en la penúltima vuelta, cuando disputaba el tercer puesto.

El ganador del GP de España en Barcelona cruzó la meta en décimo sitio y tras recibir una sanción de los comisarios finalizó en el lugar 12.

En la GP2 Series, el mexicano Esteban Gutiérrez abandonó en la carrera sprint después de que la víspera había obtenido su primer triunfo (Future) de la campaña.