Amplias capas de la población padecen un alarmante desconocimiento de sus derechos humanos y una deficiente cultura política, lo cual limita el ejercicio de su ciudadanía y los hace vulnerables ante abusos y coacciones en situaciones como el actual proceso electoral. Silvia González, académica de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán (UNAM), con maestría en derechos humanos, documentó en una investigación esta falta de información y la confusión sobre temas que van desde el funcionamiento de las instituciones hasta la distinción entre niveles de gobierno.

Con base en su estudio –elaborado a partir de 700 entrevistas hechas entre estudiantes, amas de casa y trabajadores del sector servicios– y con el propósito de contribuir a que los ciudadanos cuenten con información que les proporcione datos y elementos de juicio para emitir su voto, la investigadora elaboró un manual denominado Pienso, voto, luego exijo, que ha empezado a circular en redes sociales en Internet (@piensovotoexijo y pienso, voto, luego exijo).

El material forma parte de un proyecto más amplio dentro del Programa para la innovación y mejoramiento de la enseñanza. Al momento de efectuarlo, la autora se encontró con un doloroso panorama.

La falta de información nos hace presas fáciles de la manipulación en momentos como éstos, señala González. Entre los 300 reactivos aplicados, refiere como ejemplos las respuestas que se daban a preguntas como el número de pobres que hay en México. La mayoría decían muchos y los que aventuraban una cifra decían que un millón. Cuando se les decía –con base en información oficial– que son 52 millones, se mostraban sorprendidos.

La información proporcionada de manera didáctica en el manual va desde el número de habitantes, tráfico de armas, derechos constitucionales y número de jóvenes y mujeres en edad de votar hasta definiciones básicas sobre derechos civiles y políticos o cuántos representantes populares se elegirán el próximo domingo, además del Presidente de la República.