Al advertir que en este ciclo escolar unos 200 mil jóvenes se quedarán sin una escuela de nivel superior, debido a que la apuesta del gobierno de Felipe Calderón es ahogar a los estudiantes con deudas impagables en instituciones privadas, el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes) exigió un plan de emergencia que derive en un acuerdo nacional para ampliar la matrícula.

En un mitin a las afueras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde se congregaron decenas de jóvenes con pancartas y mantas que señalaban ¡queremos escuelas, queremos trabajo, queremos hospitales, no queremos militares!, exigieron una mesa de diálogo a la dependencia educativa.

En voz de Citlali Hernández, el Maes apuntó que el año pasado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dejó fuera a más 181 mil alumnos y sólo dio lugar a 16 mil aspirantes, mientras para este año el Instituto Politécnico Nacional (IPN) anunció que habrá lugar para 23 mil de un total de más de 90 mil demandantes. La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) recibirá a 12 mil 500 de más de 80 mil aspirantes.

Entregaron a la SEP un documento con ocho demandas, entre las que destacan la cancelación del examen de admisión como mecanismo de ingreso a la enseñanza media superior y superior, la incorporación del Colegio de Bachilleres como sistema metropolitano de bachillerato a la UAM, así como introducir a los Centros de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (Cetis), el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) y el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del estado de México (Cecytem) a la preparatoria del Politécnico.

También dieron a conocer los resultados de una consulta por el acceso a la educación superior, en la que participaron 14 mil 226 alumnos, de los cuales 11 mil 943 dijeron estar dispuestos a organizarse e impedir que haya miles de jóvenes rechazados, entre algunos de los temas que abordó dicho ejercicio.

El Maes cuestionó que el gobierno federal apueste a la educación técnica con el propósito de fortalecer su proyecto de país maquilador y dependiente de las potencias económicas. Las autoridades, enfatizó, no quieren que haya humanistas, científicos; no quieren que aprendamos a pensar con libertad y a cultivar el pensamiento crítico, denunció.