Sociedad y Justicia
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En su marcha anual 34, piden ejercer voto razonado; sólo asistieron 12 mil integrantes

En un Estado laico cabemos todas y todos: la comunidad LGBTTTI

Nuestra agenda está fuera de las de todos los candidatos, pero con algunos corremos más peligro, expresaron

Llama Horacio Franco a la unidad para homogeneizar derechos en el país

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Antes de iniciar el recorrido, oradores se manifestaron porque el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción sean una realidad en todo MéxicoFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de julio de 2012, p. 38

El Paseo de la Reforma se vistió, de nuevo, con los colores del arcoiris de la edición 34 de la marcha del orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), que con el lema En un Estado laico cabemos todas y todos, recordó el carácter incluyente que debe prevalecer en todo gobierno.

A la defensa del Estado laico y la crítica a las religiones organizadas manipuladoras se sumaron el llamado a un voto razonado y la denuncia de que nuestra agenda (de la comunidad de la diversidad sexual) no está (en las propuestas) de ningún candidato, pero con algunos corremos más peligro, en voz de personajes emblemáticos de esa comunidad, como el flautista Horacio Franco y la actriz Ana Francis Mor, quienes los dieron al inicio de la marcha.

Este año, la histórica marcha del orgullo gay se dio en el contexto de una división de la comunidad y el desconocimiento, por los organizadores, a la manifestación del pasado 2 de junio, por intereses partidistas, políticos y mercantiles.

Horacio Franco llamó a la unidad de la comunidad para lograr que derechos como el matrimonio entre personas del mismo sexo, la posibilidad de ser padres adoptivos y la interrupción legal del embarazo puedan ser una realidad en todo el país.

Antes de iniciar, se dieron tres pronunciamientos: uno histórico, a cargo de Javier Lizárraga –uno de los primeros activistas en el país en defensa de los derechos de esta comunidad–, otro de los jóvenes, representados por Selene Flores, y uno más en nombre del comité organizador de la marcha, a cargo de Luis Mocel.

Lizárraga recordó que hace décadas ser parte de esta comunidad era vivir amenazado por el clima de represión que imperaba, pero –agregó– también teníamos la imaginación bien aceitada y encontraron espacios y códigos para expresar su sexualidad libremente.

Selene Flores aseguró que los jóvenes hoy nos asumimos como agentes de cambio; dijo que rechazan el adultocentrismo, así como el proteccionismo y la criminalización con que regularmente se responde a los jóvenes. Somos una generación marcada por no tener acceso a una vida con paz, justicia y dignidad.

Cerca de la una de la tarde, el contingente (integrado por 12 mil personas, según cifras oficiales, y mucho menor en comparación con los cientos de miles que acudieron en años anteriores) marchó del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, donde la lluvia interrumpió el festival previsto para el cierre.

Los personajes

Hadas, ángeles, gatos, dioses prehispánicos y griegos, reinas de belleza y soldados, así como decenas con banderas, antifaces y collares multicolores fueron encabezados por grupos religiosos que apoyan y defienden la diversidad sexual.

La manifestación tuvo dos tramos especiales: uno, del monumento a Cuauhtémoc a la glorieta de Colón, en silencio, para recordar a las víctimas de crímenes por homofobia y del VIH-SIDA, y uno más, frente a la Alameda central, donde con aplausos celebraron los logros del movimiento.