La Bienal Continental de Artes Indígenas Contemporáneas busca convertirse en un mapa, un retrato muy preciso de lo que se hace hoy día en ese ámbito en América.

Lo anterior fue subrayado el miércoles por Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), durante el acto en el que se dieron a conocer los ganadores de la primera versión del certamen convocado por dicha instancia.

Esta iniciativa, definió la funcionaria, permitirá mostrar cómo el trabajo que realizan en la actualidad los indígenas americanos es parte de una construcción permanente con base en el legado heredado de las culturas originarias.

La colombiana Estercilia Simanca Pushaina resultó la ganadora de la bienal, por su documental Nacimos el 31 de diciembre, al igual que Sheroanawë Hakihiiwë, de Venezuela, por su obra monumental en papel Wathä oni-Gran serpiente tragavenados.

Ambos trabajos se hicieron acreedores a un premio de 10 mil dólares, además de formar parte de la exposición que será exhibida en el Museo Nacional de Culturas Populares a partir del 9 de agosto, con una selección de 48 de las 209 piezas que en total participaron en el concurso.

Palabra por revalorar

También se otorgó un premio ex aequo a los mexicanos Baldomero Robles (zapoteco) y Flor Canche (maya), por sus ensayos fotográficos intitulados, de forma respectiva, Loö litz beë y Báalam. To’on k chi’i’ibalo’on, obteniendo 5 mil dólares.

El jurado estuvo integrado por Dore Ashton, experta en arte contemporáneo; Ticio Escobar, ex ministro de Cultura de Paraguay y especialista en arte y cultura popular e indígena latinoamericanas, y la artista yup’ik de Alaska, Susie Silook, además de los mexicanos Cándida Fernández y Juan Rafael Coronel Rivera; este último, por cierto, es el curador de la exposición.

En esta primera bienal, hemos reconocido la vanguardia, el futuro de los artistas indígenas en el contexto comunitario y global, articulando el tiempo, el espacio, el medio ambiente, el universo intelectual, simbólico y estético de sus cosmovisiones, destacó Consuelo Sáizar.

Imagen capturada por María Lucila Lema OtávaloFoto Cortesía del CNCA

Trabajo de Frederick AndersonFoto Cortesía del CNCA

Por su parte, la titular de la Dirección de Culturas Populares, Miriam Morales, subrayó que, en el momento de pensar qué es el arte hoy día, la de los indígenas americanos es una palabra que debe ser revalorizada y mirada en la unicidad que tiene.

Al respecto, resalto que la citada muestra dará cuenta de la fuerza que está adquiriendo en nuestra época el discurso creado con materiales prehispánicos que demuestra que el mundo de está desfocalizado, que ya no hay centros.

Lo que esta Bienal persigue es (hacer evidente ) que ya no es más el centro contra la periferia; el centro ya se perdió. Y esta pelea la han dado los artistas y los creadores de esto que durante mucho tiempo se  llamó Tercer mundo, agregó la especialista.

Es una manera de interrogar al arte que se está haciendo con igual preeminencia y fuerza desde los grandes espacios del poder del mundo occidental hasta la pequeña aldea, o el pequeño poblado. En México tenemos miles ejemplos de esto, como el Centro de las Artes de San Agustín (CASA) Etla, en Oaxaca, encabezado por el pintor Francisco Toledo.

Exposición itinerante

Con obras provenientes de Brasil, Perú, Guatemala, Canadá, Estados Unidos y México, entre otros países, la muestra de la Bienal Continental de Artes Indígenas Contemporáneas permanecerá abierta en el Museo de Culturas Populares hasta el 14 de octubre, para después recorrer algunas ciudades de la República, entre ellas San Luis Potosí y Veracruz, y diversos puntos del continente.

Como parte de su exhibición en el Museo Nacional de Culturas Populares, diversos especialistas reflexionarán sobre la circunstancia actual de lo indígena y las expresiones culturales de estos pueblos originarios, mediante una serie de mesas redondas.

Lo importante de la bienal, y lo cual se reflejará en el discurso de la muestra, son todas las coincidencias visuales e inquietudes de un mismo pueblo pero que habita en un continente tan grande, consideró Sáizar.

La originalidad de este proyecto radica en que permite entender los vasos comunicantes desde Alaska hasta la Patagonia.