La mayoría de los países de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica se han convertido en “paraísos para ciberdelincuentes”, porque sus legislaciones no responden al incremento de delitos electrónicos, sostuvo Arturo Espiridión Ramírez, director de Prevención de Delitos Cibernéticos de la Policía Federal (PF), quien rechazó que México, aunque también mantiene una precaria normatividad penal enfocada a esos aspectos de la criminalidad, sea un punto de refugio para pederastas, secuestradores y otro tipo de delincuentes que se han valido del boom de los dispositivos móviles con acceso a Internet para acosar sexualmente a jóvenes, realizar pornografía infantil, extorsionar a personas que buscan empleo y/o defraudar a incautos.

Al impartir un taller para periodistas, organizado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Ramírez expuso que la mayoría de las conductas ilícitas que en Estados Unidos y en buena parte de los países europeos son delito (entre ellos extorsiones electrónicas, acoso sexual, difamación, calumnias, ciberbulling, grooming, sexting y sextorsión), en México no se incluyen en los tipos penales.

El responsable de la prevención de esa modalidad de conductas ilícitas refirió que “en delitos cibernéticos, México no cuenta con un cuerpo legal específico, no existe una ley del delito cibernético. Todas las conductas que en un momento determinado se puedan consumar mediante un dispositivo electrónico, se encuentran diseminadas en alguna parte de las leyes penales o en las leyes especiales que contienen tipos penales.

Expuso que en 2010 se recibieron 173 denuncias, en 2011 fueron 7 mil 150 y para el primer semestre de este año ya suman 8 mil 16; es decir, más de 44 reportes diarios tan sólo en la PF.

El funcionario refirió que padres de familia, académicos y autoridades han fallado en su tarea de prevenir a los adolescentes y jóvenes para evitar que sean presa de ese tipo de criminales, pues expuso que el sector de población más expuesto a ataques cibernéticos –entre los 40.9 millones de internautas del país– es el de los 12 a 24 años.

Son los consumidores más frecuentes de actividades en línea como correo electrónico, redes sociales y búsqueda de información, refirió Ramírez.

Destacó que en materia de prevención nos falta lo básico: prevenir. La prevención general se da con la expedición de la norma cuando se le dice al ciudadano, esta conducta está prohibida, en este caso no se ha hecho.

Las agresiones contra adolescentes y jóvenes se registran principalmente en el Distrito Federal, estado de México y Jalisco.

De su lado, el coordinador para la Prevención de Delitos Electrónicos, Juan Carlos Guel López, señaló que “de nada nos sirve tener las mejores competencias técnicas y tecnológicas si no tenemos un sistema de justicia sólido. Necesitamos capacitar a agentes del Ministerio Público, jueces, magistrados, para hablar el mismo lenguaje.

Los proveedores de Internet, llámese cableras, nos ponen muchas trabas para poder resolver los casos. Pedimos la colaboración y la respuesta es no porque no se cuenta con infraestructura tecnológica, puntualizó.

Dijo que la principal recomendación es para los padres: pongan las computadoras de sus hijos en un lugar visible y revisen el historial de las páginas electrónicas en las que navegan los jóvenes; se van impresionar de los resultados.