Presuntos miembros de la delincuencia organizada dejaron cuatro cerebros humanos en un camión de la empresa Sabritas, el cual fue abandonado en la comunidad Ojo de Agua de la Palma, municipio de Guadalupe, conurbado a la capital de Zacatecas.

Fuentes del Ejército y personal de la policía ministerial del estado confirmaron el hallazgo –la mañana del domingo–, aunque seguridad pública ocultó el hecho hasta la noche de ayer.

Las cuatro cerebros estaban dentro del vehículo, cuya ruta cubre los municipios de Loreto, Villa González Ortega, Noria de Ángeles y Villa García, todos en el sureste del estado.

Un periodista de Loreto comentó que en ese municipio todo mundo sabía de ese hecho desde el domingo, y debo decir que lamentablemente no es la primera vez que eso ocurre. Ya antes integrantes de la delincuencia organizada habían abandonado cerebros en zonas rurales.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, siete de las 19 sucursales de la refaccionaria Auto Value fueron tiroteadas, según fuentes extraoficiales, en represalia porque los propietarios se negaron a seguir pagando extorsiones.

Cuatro fueron atacadas de manera simultánea. En una, un hombre resultó herido por un rozón de bala, pero no requirió ser hospitalizado. La primera agresión ocurrió al mediodía, y en menos de una hora los comandos se desplazaron a las demás sucursales para tirotearlas.

La jornada violenta en Chihuahua incluyó la ejecución de al menos 10 personas: cuatro en Ciudad Juárez, cuatro en la capital del estado y dos en el municipio de Camargo.

Autoridades policiacas reportaron ayer otros 18 asesinatos presuntamente relacionados con el hampa: cuatro en Sinaloa, cuatro en Jalisco, tres en Coahuila, dos en el estado de México (en la comunidad de San Juan Yautepec, Huixquilucan, donde el viernes se reportó el hallazgo de cinco cadáveres en dos fosas), dos en Michoacán, una en Durango, una en Nayarit y una Guanajuato.

En esta última entidad el asesinado fue localizado en la estación del tren. Se trata del tercer caso en Guanajuato en los pasados 11 días.

Mientras tanto, seis miembros de una banda de secuestradores que obligaban a menores de edad a vender droga en las ciudades de Tijuana y Rosarito, Baja California, fueron capturados por policías municipales.

La detención de los delincuentes y el rescate de siete menores se logró debido a que uno escapó y avisó a los agentes.

A los detenidos les decomisaron 20 envoltorios con mariguana y 15 pastillas sicotrópicas.