Procesarán a quienes los derribaron; se reforzará la seguridad
Jueves 26 de julio de 2012, p. 34
Morelia, Mich., 25 de julio. El gobierno de Michoacán acordó con los grupos antagónicos de la comunidad Nueva Jerusalén, municipio de Turicato, reconstruir siete aulas de prescolar y primaria que derribaron los herederos de Nabor Cárdenas (Papá Nabor) el 6 de julio.
En una reunión efectuada la noche del martes en esta capital, el secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, se comprometió a instalar una caseta de seguridad para evitar enfrentamientos entre las dos facciones.
El gobierno estatal pretende que los niños vuelvan a clases el 20 de agosto, como el resto de los alumnos de educación básica del país. El plantel estuvo cerrado desde el 27 de agosto de 2011 hasta abril pasado por decisión del dirigente del grupo conservador de Nueva Jerusalén (poblado también llamado La Ermita) conocido como Martín de Tours, con el argumento de que fue una orden de la Virgen del Rosario, patrona local.
El secretario de Gobierno, acompañado de algunos funcionarios de esa dependencia y de la Secretaría de Educación estatal, se reunió con representantes del grupo religioso radical y después con los laicos. A continuación ofreció una conferencia de prensa, en la cual se aclaró que Nueva Jerusalén no está registrada como grupo religioso ante la Secretaría de Gobernación federal.
Reyna García adelantó que se sancionará a quienes destruyeron los planteles de la comunidad. Por lo pronto, la procuraduría estatal integra la averiguación previa con declaraciones de testigos, denunciantes y presuntos responsables.
El gobierno del estado se comprometió a reforzar la seguridad a partir de este miércoles con policías estatales y municipales; el jueves, funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y del ayuntamiento de Turicato se trasladarán a Nueva Jerusalén para definir dónde se construirá la caseta de policía, y las autoridades educativas buscarán un sitio para las aulas provisionales. El 31 de julio volverán a reunirse representantes de los dos grupos.
En 2007 unas 100 familias se separaron de los seguidores y herederos de Papá Nabor por los abusos de sus simpatizantes. Los tradicionalistas se oponen a las escuelas y a que se viviva de manera distinta a la impuesta por su antiguo líder en 1973.