Existen suficientes pruebas para invalidar la votación por Ejecutivo, expresa
Si se avalan los comicios, gobernará el país una banda de malhechores
Viernes 27 de julio de 2012, p. 2
Andrés Manuel López Obrador afirmó que hay suficientes pruebas para declarar la invalidez de la elección presidencial. Planteó que nos preparemos para un presidente interino
y se convoque a nuevos comicios. No debe causarnos ninguna inquietud, lo resiste el país
.
En conferencia de prensa para presentar pruebas adicionales sobre el caso Monex, aclaró que es preferible lograr una acuerdo de carácter político para que el Congreso, con base en sus facultades constitucionales, nombre Ejecutivo interino y se llame a una nueva votación para elegir a un presidente que concluya el sexenio.
Se le preguntó si participaría en una nueva elección. Respondió: lo analizaríamos, porque lo que está de por medio es la democracia. Yo no lucho por cargos, lucho por principios, por ideales
.
Rechazó que un interinato pueda provocar una crisis política. Agregó: van a argumentar, o van a tomar como pretexto, que va a haber inestabilidad. Yo les aseguro que nos va a ir peor como nación si hay impunidad, si se decide que haya un presidente que asuma el cargo violando la Constitución y que llega a ese cargo comprando la Presidencia
.
No es posible, agregó, que tomen por asalto la Presidencia. Si no se invalida la elección, México estaría gobernado por una banda de malhechores, los más corruptos y terribles del país. No exagero
.
La semana pasada, la Comisión Permanente del Congreso declaró aprobada por el Constituyente Permanente la reforma a la Carta Magna en materia política, que precisa la mecánica para elegir a un presidente interino ante la falta absoluta del titular del Ejecutivo.
De acuerdo con la reforma, que motivó un fuerte debate en la Cámara de Diputados durante su aprobación, si antes de iniciar un periodo constitucional la elección no estuviese hecha o declarada válida, cesará el presidente cuyo periodo haya concluido y será presidente interino el que haya designado el Congreso, en los términos del artículo
84 de la Carta Magna.
Este último define que cuando la falta absoluta del presidente ocurra en los dos primeros años del sexenio, y si el Congreso está en periodo de sesiones, se constituirá en colegio electoral y nombrará –en escrutinio secreto y por mayoría absoluta– a un interino, y convocará a elecciones en un plazo no mayor de nueve meses.
Señala que en tanto el Congreso logra un acuerdo, el secretario de Gobernación asumiría el cargo de manera provisional por un periodo máximo de 60 días, figura que introdujo la Cámara de Diputados para evitar una crisis de gobernabilidad e intrigas por el poder.
Pero según la dirigencia del PRD, como el Congreso no ha aprobado una ley reglamentaria en torno a las modificaciones, el interinato sería asumido por el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
López Obrador resaltó ayer que es preferible un pacto para un interinato “y decir ‘no podemos seguir violando la Constitución actuando de manera antidemocrática; queremos inaugurar una etapa nueva, vamos a actuar con limpieza’. Esto es mejor que seguir en la inmundicia, en la antidemocracia”.
Consideró que no debe considerarse extraño que se invalide esa votación, y resaltó que la Constitución establece los casos para lo que procede
si no hay presidente electo o éste no se presenta a rendir protesta.
El Congreso, en este caso la Cámara de Diputados, elige a un presidente interino. Y se puede llegar al acuerdo de que sea un presidente honorable, para convocar en un plazo de 15 a 18 meses, a más tardar, a nuevas elecciones.
Durante la conferencia se le preguntó si considera que el secretario de Gobernación encaja en el perfil de honorabilidad que planteó, si se toma en cuenta la nueva redacción del artículo 84, que considera la presidencia provisional para el titular de esa dependencia.
Esa es una decisión de la Cámara. Tengo entendido que son los diputados.
–¿No habría crisis política?
–No. Es por eso que estoy hablando sobre el tema. Ya sabemos lo que nos costó el fraude de 2006.