La mesa de negociación entre ejidatarios de La Sierrita, en Bermejillo, Durango, que sostienen un plantón pacífico afuera de la mina La Platosa desde el pasado 8 de julio, se rompió debido a que en la última reunión, el jueves pasado con el vicepresidente de Excellon Resources, Brendan Cahill, y representantes del gobierno estatal como mediadores, la empresa puso de condición levantar el plantón, y las autoridades sólo han demostrado apoyar a la minera canadiense.

El papel del gobierno estatal ha sido respaldar a una empresa que viola los derechos humanos y laborales de los trabajadores y desconoce las leyes mexicanas, pues pretende manejar como dádivas el cumplimiento de cláusulas de un contrato firmado, expresó Alejandra Ancheita, directora de Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, organización asesora de los ejidatarios.

En contraparte, los ejidatarios ofrecieron iniciar las mesas de diálogo y, en la medida en que se alcanzaran avances sustantivos, se podría analizar el levantamiento de la manifestación.

Sin embargo, y pese a la disposición mostrada, la empresa no cambió su postura, por lo que los ejidatarios no regresarán a negociar hasta que haya condiciones reales y efectivas para un diálogo respetuoso, apuntó.

Añadió que están en la posición de seguir esperando una nueva posibilidad de diálogo pero ante la amenaza de la empresa de dar por terminado el contrato y devolver de inmediato 50 por ciento de la tierra arrendada y el resto en un año, los ejidatarios analizan seriamente rescindir el contrato bajo sus propias condiciones y así estarían apostando a otra forma de hacer producir sus tierras e impulsar un proceso de desarrollo comunitario más acorde a ellos.

Puntualizó que la empresa canadiense no puede rescindir el contrato porque ellos quieran pues es necesario un procedimiento civil.

En tanto, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana responsabilizó a Excellon Resources Inc. ante posibles los actos de violencia en la mina La Platosa, pues esa compañía empuja a los habitantes a presentarse en la veta para presionar a mineros y a ejidatarios a desalojar.