Alepo, 27 de julio. Helicópteros del ejército sirio lanzaron ataques este viernes contra barrios de Alepo, en manos de rebeldes, en momentos en que las tropas gubernamentales continúan con su despliegue y se aprestan a lanzar un asalto contra los grupos opositores armados en lo que se considera una batalla decisiva por el control de la segunda mayor ciudad del país.

Las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, favorables a las fuerzas rebeldes, expresaron su profunda preocupación ante el riesgo de que se puedan cometer nuevas matanzas contra el pueblo sirio en Alepo. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, llamó a Damasco a detener la ofensiva militar contra los opositores.

Soldados gubernamentales estacionados en las afueras de la ciudad lanzaron rondas de mortero de gran calibre contra los distritos occidentales, mientras helicópteros artillados MI-25, de fabricación rusa, atacaron el este. Fuentes opositoras dijeron que los ataques, que siguieron al bombardeo por tierra y aire, son un intento por impedir que los rebeldes abastezcan a sus fuerzas dentro de Alepo.

Las fuerzas previstas para el asalto ya están casi todas desplegadas, indicó una fuente de las fuerzas de seguridad sirias. El régimen empezó a concentrar tropas en torno a Alepo desde el pasado jueves. Los rebeldes están en pequeños callejuelas, lo cual dificultará la batalla, agregó la fuente consultada, mientras muchos habitantes comenzaban a huir en camionetas y otros vehículos.

Los helicópteros artillados concentraron sus ataques en los barrios de Salahedin, Azamiye, Bustan el Kasr, Mashad y Sukari, sostuvo el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña. En los barrios de Jamiliye, Mahatat Bagdad y en las proximidades de la plaza Saadala al Jabiri se registraron combates entre los rebeldes y las tropas regulares.

Además hubo manifestaciones en Alepo y sus alrededores, en Deraa (sur) y el sur de Hama (centro). Los opositores habían llamado a movilizarse a la salida de las mezquitas como todos los viernes desde el inicio –marzo de 2011– de la movilización contra el régimen de Bashar Assad, con la consigna sublevación de las dos capitales: Damasco y Alepo, la guerra de liberación continúa.

En esta batalla, que ha sido calificada de decisiva para determinar la suerte del conflicto, fuentes opositoras afirmaron que los rebeldes sirios capturaron 150 soldados y milicianos favorables al gobierno en Alepo, durante los combates que tienen lugar en la segunda ciudad de Siria, así como en la provincia de Idleb, al noroeste.

Sin embargo, en un video difundido en Internet se muestra a los capturados vestidos de civil sentados en el suelo, en imágenes filmadas por un hombre que afirma pertenecer al Ejército Sirio Libre (ESL), quien les pide que se identifiquen. Entre los capturados había 14 oficiales, según dijo por teléfono el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

En su ofensiva, fuerzas del ejército sirio destruyeron este día cinco transportes artillados y aniquilaron a los opositores que se dirigían desde la localidad de Daret Ezza a la ciudad de Alepo, donde buscan consolidar sus posiciones tras la llegada en días pasados de unos 2 mil combatientes rebeldes. Los vehículos estaban equipados con ametralladoras y otras armas.

Helicópteros gubernamentales también lanzaron ataques en algunos barrios de Damasco, en los distritos de Hajar Aswad y Tadamon. Incluso fue alcanzado el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk. Grupos de la resistencia palestina llamaron a su gente a no involucrarse en el conflicto interno, señalando que los sirios deben decidir su futuro.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este viernes la retirada de parte de sus colaboradores en Siria, ante los combates en el país.

Informó que la mayoría de los cooperantes extranjeros serán trasladados en los próximos días a Beirut, la capital libanesa. Sin embargo, unas 50 personas del comité permanecerán en este país, añadió.

Estados Unidos dijo que le preocupa la situación en Alepo, donde el ejército sirio prepara una ofensiva contra los opositores. Pero según el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, el ataque será contra ese centro de población civil y civiles que están desarmados.

Rechazó comparar esto con el caso de Bengasi, en Libia, donde los opositores contaron con un consenso internacional de apoyo a los rebeldes, en alusión a los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 2011 para derrocar a Muammar Kadafi.

En Francia, potencia colonialista, un vocero de la cancillería manifestó que el presidente Bashar Assad se dispone a cometer nuevas matanzas contra su pueblo. En tanto, una bandera gigante de la rebelión siria fue desplegada al pie de la Torre Eiffel, para llamar la atención al mundo sobre la situación en Siria.

Gran Bretaña advirtió sobre una catástrofe humanitaria en Alepo, mientras en Alemania opositores sirios perfilaban una mapa de ruta sobre el futuro del país árabe.

En Turquía, el general desertor sirio Fayez Amr abogó por un gobierno interino plural. Responsables turcos han dicho que actualmente 27 generales desertores se encuentran instalados en un campamento de Apaydin junto con sus familias, mientras se informaba que este día la legisladora oficialista siria Ikhlas Badawi desertó y se dirigió a Turquía.

El ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, reiteró que su país no aceptará la presencia de organizaciones terroristas cerca de sus fronteras con Siria, como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o Al Qaeda, lo que supuestamente Damasco estaría permitiendo.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reiteró en Londres su rechazo a una intervención militar en Siria, y expresó su confianza en una solución pacífica y negociada a la crisis.

Admitió que la solución en Siria no será simple, pero insistió en su total apoyo a las negociaciones al mando del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró que estaba profundamente preocupado por la escalada de violencia en Alepo. Insto al gobierno sirio a parar la ofensiva. No obstante, matizó para incluir a la oposición armada diciendo que la violencia de ambas partes tiene que cesar, por el bien de los civiles que sufren en Siria.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo estar alarmada por la situación de los civiles en Siria y una inminente confrontación en Alepo.