Alepo, 28 de julio. El ejército sirio lanzó este sábado al alba una gran ofensiva con apoyo de aviones, helicópteros y artillería pesada en Alepo, segunda ciudad más importante del país, para recuperar los distritos controlados por opositores desde hace una semana. Los combates se concentraron en los accesos al suburbio de Salahedin.

La ofensiva se desarrolló todo el día contra los grupos armados del llamado Ejército Sirio Libre (ESL) en las zonas sur y este de la ciudad, a unos 350 kilómetros al norte de Damasco. Los primeros reportes señalaron que había unos 150 muertos entre los bandos enfrentados y de civiles en Alepo y otras partes del país, mientras en el barrio Salahedin los rebeldes oponían fuerte resistencia.

Una fuente militar informó a Pl que fueron capturados 620 efectivos del ESL, la mayoría afganos, libios y tunecinos, quedando de manifiesto la presencia de fuerzas extranjeras en el conflicto, señalados como mercenarios y fanáticos que han ingresado al país por las fronteras jordana y turca.

Los combatientes extranjeros dicen pertenecer a la Brigada de Unificación de los Muyahidines, entre los que también hay chechenos, argelinos, sauditas, egipcios, de Emiratos Árabes Unidos, africanos y hasta suecos y franceses de confesión musulmana, según Afp. El pasado día 21 se informó que 150 de esos combatientes ingresaron por el paso de Bab Hawa, fronterizo con Turquía.

Las batallas se extendieron a la costa norte de Trípoli, en Líbano, donde defensores y detractores de las fuerzas sirias se enfrentaron la noche del sábado. El diario local Al-Ikhbar denunció que hay una concentración de grupos armados a lo largo de toda la frontera norte libanesa con Siria, donde son recibidos grupos salafistas y ayudados a infiltrarse a suelo sirio.

Las tropas gubernamentales seguían avanzando sobre Salahedin, donde se encuentra el mayor número de rebeldes, a decir del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres. Decenas de tanques del ejército estaban rodeando la zona y helicópteros buscaban blancos rebeldes, mientras francotiradores respondían desde edificios en apoyo a los alzados.

Los primeros bombardeos obligaron a que miles de personas comenzaran a huir de sus casas buscando refugio en escuelas y otros centros públicos. Estos habitantes tenían después dificultades para abastecerse de alimentos. Muchos de los que escapaban por los caminos dijeron que en algunas zonas no hay electricidad.

La televisión estatal afirmó que las tropas del gobierno comenzaron a limpiar las calles de Alepo de terroristas y grupos armados, y habló de fuertes bajas en las filas de los alzados. No obstante, al caer la noche se abrió una pausa con la disminución de los combates.

El OSDH difundió la cifra de 20 mil muertos desde que comenzaron las protestas contra Bashar Assad en marzo de 2011, de los cuales 14 mil serían civiles.

La Iniciativa Nacional de los Kurdos de Siria rechazó amenazas de Turquía de perseguir a los nacionalistas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, y dijo que defenderán su frontera.

El líder del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS), Abdel Baset Sayda, pidió desde el exilio a los países hermanos y amigos que armen a los rebeldes del ESL, y subrayó que el presidente Assad debería ser juzgado por las matanzas de sirios.

El presidente francés, François Hollande, solicitó una intervención rápida del Consejo de Seguridad, y llamó a Moscú y a Pekín a tomar en consideración que será el caos y la guerra civil en Siria si no se pone un freno a la ofensiva del ejército sirio.

Pero Rusia, aliado del gobierno sirio, estimó que no era realista contar con que el ejército de Damasco se quede de brazos cruzados cuando los rebeldes ocupan Alepo, capital económica del país. Moscú advirtió que no se plegará a las nuevas sanciones europeas, las cuales prevén la inspección de buques sospechosos de transportar armas con destino a Damasco.

En tanto, dos técnicos italianos desaparecidos desde hace una semana fueron liberados el viernes por el ejército sirio. Las autoridades sirias liberaron también a una checa, quien fue retenida hace un mes, sospechosa de apoyar a la oposición.