“Los afis tienen facultades para entrar a su casa. Asimismo, para golpearlo, me dijeron en la visitaduría de la Procuraduría General de la República (PGR) cuando fui a denunciar que unos 30 hombres que llegaron en varias camionetas, vestidos con chalecos de la AFI, encapuchados y portando armas largas, catearon mi casa, se llevaron varios objetos y 7 mil pesos. No dejaron ni un papel. Lo bueno es que no había nadie”, afirmó Manuel Chavarría Jiménez, pequeño empresario que tiene una fábrica de pintura en la colonia Santiago Zapotitlán, en Tláhuac.

El presunto cateo se realizó el 20 de julio entre las 19 y las 21 horas, y será en los próximos días cuando la visitaduría de la PGR confirme o niegue que lo ocurrido en su domicilio fue un operativo de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI). Al denunciante le advirtieron que debe esperar, porque con el cambio de nombre de esa corporación primero se debe aclarar cómo quedará la estructura de la llamada Policía Federal Ministerial (PFM).

Chavarría Jiménez denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) lo que inicialmente pensó que era un robo a casa habitación, pero cuando preguntó a sus vecinos si habían visto algo, le comentaron que no había sido robo; que aproximadamente a las siete de la noche un convoy de entre cinco y siete camionetas y una ambulancia obstruyeron el acceso de la casa, y que entre 25 y 30 personas que portaban chalecos de la AFI y con armas de grueso calibre ingresaron a la casa. El Ministerio Público capitalino inició la averiguación previa FTH/TLH-1/011388/12-07.

En tanto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibió una queja contra presuntos integrantes de la AFI e inició el expediente 78362 y le indicó que denunciara lo ocurrido ante la visitaduría de la PGR.

“Allí me atendieron varias personas. Desde que llegué me preguntaron si yo había hecho algo, y que eso no pasa en cualquier lugar. Respondí que me dedicaba a hacer pintura vinílica para casas o edificios; incluso he realizado obras en el Metro y otras dependencias. Me dijeron que no volviera de inmediato a la casa, que sólo me diera mis vueltas, que si veía algo o regresaban los agentes les llamara inmediatamente para que personal de asuntos internos viera de qué se trataba.

“Cuando comenté que habían actuado de manera violenta, la mujer que me atendió me dijo que los afis tienen facultades para catear casas, y hasta para golpear a quienes estén dentro.”

Rindió declaración ministerial en la visitaduría y sólo le entregaron una copia firmada de su comparecencia. Los espacios en los que correspondía signar la diligencia a los testigos de asistencia, José de Jesús Suárez Luna y Liliana Berenice Torreblanca Méndez, están en blanco.

Todo cateo, de acuerdo con el artículo 61 del Código Federal de Procedimientos Penales, requiere autorización judicial para que se le otorgue valor probatorio.