Domingo 29 de julio de 2012, p. 17
El senador panista Felipe González destacó que mientras no se impida o controle por ley la venta de armas de alto poder en más de 3 mil tiendas ubicadas en la frontera de Estados Unidos con México, el baño de sangre no va a parar
en ninguno de los dos países, al lamentar la masacre registrada en un cine de Aurora, Colorado.
Agregó que en la actualidad se da un fenómeno grave, pues los cárteles mexicanos compran partes de armas para evadir los pocos controles existentes en Estados Unidos, y una vez en el país, las ensamblan, hecho que sigue fortaleciendo su capacidad de fuego.
González expuso que lo sucedido en Aurora, donde un joven mató a 14 personas e hirió a 50, es un tema obligado a debatir en Estados Unidos y no se debe minimizar.
Consideró que ambas naciones deben trabajar para evitar que las armas lleguen a los delincuentes.