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Para venta o consumo, la recolecta en la Ceda
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Pepena de frutas y verduras maltratadas o en mal estado desechadas por bodegueros de la Central de Abasto, la cual es utilizada para su venta o consumo familiarFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de julio de 2012, p. 36

Alrededor de 500 personas se dedican a la pepena de comida y otros desechos en la Central de Abasto (Ceda). Durante la noche, madrugada y parte del día hurgan en los 82 contenedores que hay en ese lugar. El propósito de muchos de ellos es vender lo rescatado. Otros obtienen los productos para su consumo.

Es que aquí se tira mucha comida buena, dice Antonia mientras recoge calabazas que sólo están un poco mochitas. Ella, de 62 años, creció así. Sus padres pepenaban en los mercados para comer y después empezaron a recoger comida en la Central de Abasto, donde, dice, hay más de todo y mejor.

La mujer camina sin titubear sobre los montones de comida, segura de sus pasos, como si fuera tierra firme y no un pináculo de restos movedizos. Mete la mano con determinación en los amasijos de desperdicio donde cree que puede encontrar algo que se venderá mejor.

–¿Y dónde le compran esto?

–En Iztapalapa. Me pongo afuera de un mercadito, tiendo mi plástico en el suelo y ahí. Muchos salen con el mandado a medias y conmigo se completan. Otras veces me voy a Neza a vender –dice.

Antonia sigue cuesta arriba dentro del contenedor. Es difícil seguirla. Recolecta como si supiera de antemano cuáles piezas son las mejores y las guarda en su mandil.

Raymundo Collins, director de la Central de Abasto, explica que en este lugar se generan 800 toneladas de basura al día, de la cual 80 por ciento es orgánica, es decir, frutas, verduras y legumbres, entre otros productos.

Los dueños de las bodegas no pueden guardar sus productos indefinidamente; entonces la van donando a distintas instituciones para que aprovechen la comida, el resto se tira y es lo que recogen los pepenadores.

Sin embargo, Collins señala que no es un fenómeno nuevo. De hecho, los pepenadores incluso están organizados en cinco agrupaciones que cooperan y se organizan con las autoridades de la central.

Siempre que hay crisis económica, la gente acude a la Central de Abasto porque es lo más barato y de mejor calidad en toda la ciudad, aseguró.