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Desarrollo

AL-India: vínculos crecientes
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El primer ministro de India, Manmohan Singh, durante su visita a México para la reunión del G-20, dialogó con el presidente Felipe CalderónFoto Presidencia
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Periódico La Jornada
Martes 31 de julio de 2012, p. 22

En un contexto de crecientes vínculos comerciales y de inversión entre América Latina y Asia, India toma una postura más activa. América Latina se ve cada vez más como un mercado dinámico (con pautas similares de demanda de bienes y servicios en el segmento de bajo y mediano ingreso) y como importante proveedor de recursos naturales para proporcionar seguridad energética y alimentaria al subcontinente indio.

Una de las tendencias más interesantes de los 10 o más años pasados ha sido el surgimiento de Asia como uno de los principales socios comerciales y de inversión de AL.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Asia representó 21% de todo el comercio latinoamericano en 2011, detrás de Estados Unidos (34%), pero delante de la Unión Europea (13%).

Dentro de Asia, China, Japón y Corea del Sur han estado a la vanguardia de la expansión comercial y de negocios en AL. China en particular ha estado muy activa en este frente, impulsada por su necesidad de productos primarios. El país se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil y Chile, así como en una de las principales fuentes de financiamiento e inversión extranjera directa (IED) para la región.

Si bien AL se ha beneficiado claramente de la expansión de los vínculos con China en la década pasada, la relación ha resultado bastante cargada a un solo lado. Hasta ahora la pauta ha sido que China importa productos primarios (80% de sus compras en AL) y exporta productos manufacturados, amenazando a los sectores fabriles latinoamericanos al competir con éxito tanto en el mercado doméstico como en los mercados tradicionales de exportación para productos manufactureros de AL. El comercio y la inversión crecen, pero se mantienen debajo de su potencial.

El otro gigante asiático, India, ha tomado un enfoque menos dinámico hacia AL. El comercio bilateral se ha elevado de modo significativo, de 2 mil mdd en 2002 a 25 mil md en 2011, pero equivale a sólo 10% del comercio entre China y AL y constituye menos de 1% del comercio exterior de la región.

Pese a las obvias complementariedades, existen obstáculos a una relación comercial más estrecha, entre ellas barreras tarifarias elevadas, sobre todo del lado indio (el arancel agrícola promedio a las exportaciones latinoamericanas es de 65%, comparado con el promedio de 12.5% que impone China, según el BID), y los altos costos del transporte y logística, dados los problemas de infraestructura en ambos lados.

En términos de IED, la inversión india en AL ha aumentado cuatro veces en la década pasada, de menos de 1% en la década de 1990 a un promedio de 4% en 2002-06. Se concentra en recursos naturales, servicios de tecnología de información (TI) y el sector automotriz. Brasil y, en menor extensión, Argentina han sido los principales beneficiarios de la inversión india en la región.

La relación entre India y AL ha sido impulsada hasta ahora sobre todo por el sector empresarial (encabezado por trasnacionales indias como Tata Consulting Services, Infosys, Sasken y Genpact). Sin embargo, el potencial económico de AL (elevado por el descubrimiento de nuevas reservas de hidrocarburos y gas) y su creciente perfil internacional la han puesto en la agenda política de India, donde se ha diseñado una estrategia más estructurada de acercamiento.

A partir de la firma de acuerdos comerciales preferenciales con el Mercosur y Chile, autoridades indias han dinamizado iniciativas para estrechar relaciones con AL. Este año se han dado más interacciones de alto nivel entre líderes políticos indios y sus equivalentes latinoamericanos (el presidente de Brasil y el primer ministro de Trinidad y Tobago han visitado India, en tanto el primer ministro indio, Manmohan Singh, visitó México para la reunión del G-20, y Brasil para la cumbre Río+20).

Además, en agosto India será anfitriona del primer diálogo con ministros del exterior de países de AL, con la mira de instaurar un foro similar al establecido con África, y un medio de involucrarse activamente en la región. Se espera que este primer diálogo se lleve a cabo en Nueva Delhi e incluya al ministro indio de Exteriores, S M Krishna, y a sus pares de Chile, Cuba y Venezuela. Las declaraciones oficiales aluden al interés indio por forjar una asociación que abarque una amplia gama de aspectos con una región que es hogar de casi 600 millones de personas, rica en recursos y con una ubicación estratégica, cerca de los mercados estadunidenses.

AL representa un mercado dinámico, pero aún inexplorado para India, y podría tener un papel esencial para la seguridad energética del país asiático. En la actualidad India obtiene combustibles fósiles de los estados del golfo Pérsico.

Un seminario de alto nivel organizado por la Confederación de la Industria India (CII), el 17 de julio, con el tema India y AL, en el cual participaron representantes diplomáticos de nueve países latinoamericanos, fue otro signo del creciente interés indio por reforzar los lazos bilaterales. Esa reunión apuntó a las importantes complementariedades entre el subcontinente y AL, y a la creciente voluntad política para superar obstáculos tales como los altos costos del transporte.

Si bien la creciente voluntad política de forjar una sociedad entre India y América Latina es un paso prometedor, AL enfrentará el reto de procurar que la relación sea benéfica y eleve las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.

En particular, aunque la fortaleza de India reside en los servicios, existe el riesgo de mayor competencia para el sector manufacturero latinoamericano (en especial considerando los costos fabriles indios, mucho más bajos) y de que se desarrolle una relación asimétrica, muy similar a la que se tiene con China.

Para evitarlo, AL tendrá que hacer más por promover la competitividad de sus industrias, atendiendo deficiencias en infraestructura y capacitación, acceso al crédito, e investigación y desarrollo. Esto se puede lograr asegurando que la inversión india en la región incluya una significativa transferencia de conocimientos, tecnología y capacidades administrativas; creando iniciativas que promuevan el comercio intraindustrial con India, y cooperando en innovación y desarrollo de capital humano.

Traducción de textos: Jorge Anaya