Santiago, 11 de agosto. Dirigentes universitarios de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) se reunieron en la comunidad mapuche de Wente Winkull Mapu, en la región de La Araucania, para manifestarles su apoyo y decidir qué acciones realizarán para continuar con su demanda de educación laica y gratuita al gobierno de Sebastián Piñera.

En la cita, a la que acudieron Camila Vallejo y Gabriel Boric, vicepresidenta y presidente de la Confech, respectivamente, se analizó lo sucedido el miércoles pasado, cuando la imagen de los alumnos se vio severamente afectada por los incidentes violentos protagonizados por una marcha no autorizada por la Intendencia de Santiago, la cual partió de la Plaza Italia y terminó con enfrentamientos entre estudiantes y carabineros.

Noam Titelman, vocero de la Confech, dijo que lo sucedido el día 8 fue un traspié importante. Quien diga lo contrario no quiere ver la realidad. Podemos continuar lo que vimos en las imágenes (de la marcha) o recuperar aquello que es la esencia del movimiento, lo que realmente es.

Añadió que el movimiento no va a descansar hasta tener un sistema de enseñanza pública.

En tanto, estudiantes de secundaria intensificaron hoy sus protestas al tomar cinco planteles en Santiago y siete en el resto del país.

Los alumnos de secundaria, quienes en 2011 mantuvieron tomados varios planteles más de cinco meses, se reunirán mañana para definir el futuro del movimiento, frente a la omisión de sus peticiones por el gobierno de Sebastián Piñera.

Las demandas de los jóvenes se basan en la mejora del actual sistema público de educación, el cual no asegura el ingreso a la enseñanza superior y cuya calidad no alcanza los estándares de colegios privados.

Por otra parte, 23 académicos e investigadores chilenos cuestionaron el impacto que tendrá la reforma tributaria presentada por el gobierno de Sebastián Piñera, que será votada el próximo 28 de agosto en el Senado, en la educación pública.

El grupo de académicos, de universidades privadas y públicas, cuestiona la posibilidad, planteada en la reforma tributaria, de que las personas que perciban entre mil 175 dólares y 3 mil 145 dólares puedan descontar de su pago de impuestos los costos de educación por concepto de matrícula y mensualidad.

Dicha rebaja de impuesto fue calificada de regresiva y segregadora por los expertos, ya que 81 por ciento de contribuyentes chilenos ganan menos de mil 175 dólares.