Río de Janeiro, 13 de agosto. La bandera olímpica aterrizó este lunes en Río de Janeiro, marcando oficialmente el primer día de la ciudad como anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016.

El alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, descendió de un avión de Air France cargando la bandera olímpica, acompañado por el presidente del comité organizador de la justa en 2016, Carlos Arthur Nuzman; el gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, y los atletas brasileños que participaron en Londres 2012.

El jueves, Paes llevará la bandera olímpica a las zonas norte y oeste de la ciudad, a las favelas del Complexo do Alemao y a Realengo, informó la alcaldía.

Por lo pronto, el país anfitrión, que tuvo un resultado dispar en Londres 2012, espera que un incremento de la inversión en atletas e instalaciones le garantice estar entre los primeros 10 lugares del medallero en Río 2016.

Brasil acumuló 17 preseas en Londres, dos más que en Pekín 2008, y finalizó en el puesto 22 del medallero. Sin embargo, los dirigentes están frustrados porque sólo se obtuvieron tres oros y por la poca cantidad de preseas en natación y atletismo. Por ello han decidido concentrarse más en pruebas individuales para ganar más medallas dentro de cuatro años.

Nuestra meta es estar entre los 10 primeros del medallero; para hacer eso debemos seguir triunfando en disciplinas en las que ya ganamos y lograr medallas en nuevas áreas, enfatizó Marcos Vinicius Freire, directivo del Comité Olímpico Brasileño.

Una de las cosas que tienen en común los 10 países líderes es que todos ganan medallas en al menos 13 disciplinas. Nosotros necesitamos obtenerlas en cinco, seis o siete disciplinas en las que nunca hemos dominado, remarcó.

Brasil ha ganado medallas en nueve deportes: volibol, futbol, baloncesto, atletismo, natación, salto ecuestre, vela, judo y taekwondo. En Londres el país obtuvo preseas en la mayoría de esas disciplinas, más gimnasia y boxeo.

Freire dijo que su equipo de 130 personas –22 ex atletas o entrenadores olímpicos– ha identificado otras 10 disciplinas en las que Brasil puede conseguir algún logro. Para alcanzar esa meta en los próximos cuatro años el país invertirá 700 millones de dólares sólo en atletas de alto rendimiento, el triple de lo que gastó en la previa de Londres 2012.