El Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán exhibe 200 retablos
El cabaret, la diversidad sexual y el deporte son parte de la temática contemporánea, dice Raúl Cano
Respetan la característica principal: representar plásticamente y de forma escrita una tragedia truncada mediante un milagro, y siempre van dedicados a un intercesor, explica
Martes 14 de agosto de 2012, p. 9
Los exvotos son agradecimientos a santos por un favor recibido; el creyente coloca una pierna, un ojo, una cabeza, etcétera, de lámina de tamaño pequeño en un sitio dispuesto en una iglesia. Sin embargo, hace unos años surgió y se ha desarrollado una variante de esa manifestación, la cual fue detectada por Raúl Cano Monroy, curador de la muestra Favores insólitos, que se exhibe en el Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán.
Ya han sido varias las muestras dedicadas al exvoto mexicano en ese museo, específicamente al pintado sobre madera y después sobre lámina de cobre entre los siglos XVIII, XIX y XX, resultantes del ritual religioso y netamente popular de pagar una manda por un favor recibido.
“Eran depositados en las sacristías o frente a los altares de las imágenes consideradas milagrosas en distintas iglesias católicas (los santuarios del Niño de Atocha, el Señor del Saucito, el Señor de Jalacingo, etcétera), lo cual originó un rico acervo votivo en la República Mexicana.
“Este auge del exvoto terminó a finales de 1980, aproximadamente, cuando las láminas pintadas fueron sustituidas por títulos profesionales, copias fotostáticas, fotografías y recetas médicas, objetos varios, como trofeos, muletas y prótesis. Sin embargo, no desapareció del todo, pues, aunque en menor cantidad, en la actualidad podemos observar que aún se llevan exvotos pintados a las iglesias.
No obstante, el exvoto tomó un nuevo camino, en el cual hay dos vertientes: la primera es imitar milagros ya existentes en los exvotos tradicionales, cambiando nombres, escenarios, milagreros, ciudades y hasta santos intercesores, con la única característica de que se trata de milagros ficticios. La segunda se deriva de mostrar temáticas desde inusuales hasta transgresoras, que van en contra de la religiosidad y la doctrina católica.
El curador explicó que en ambos tipos de exvotos se respeta la característica principal: representar plásticamente y de forma escrita una tragedia que es truncada mediante un milagro, y siempre van dedicados a un ser intercesor. Esta muestra puede considerarse la primera exposición que aborda únicamente al nuevo exvoto como un arte popular urbano, integrada en su totalidad por láminas votivas realizadas por retableros contemporáneos; es decir, por pintores populares que realizan esas manifestaciones plásticas como oficio alterno, los pintan sobre cobre o metal, y los venden en bazares de pulgas, tiendas de arte popular e incluso en sitios de Internet.
Cano Monroy precisó que se les ha considerado imitación del exvoto pintado con fines sagrados; sin embargo, esta exposición justifica lo contrario: quiere mostrar los nuevos campos y autores votivos que existen en la actualidad. En esta muestra que presenta el museo, la mayoría de estos retableros sale de esa autoría desconocida a la cual han estado expuestos durante años.
La muestra se divide en 13 temáticas catalogadas en la rama contemporánea del exvoto. Comienza por la del exvoto tradicional ficticio (que abarca los problemas de salud y accidentes) para llegar a los favores insólitos, prostitución, cabaret y table dance, diversidad sexual, infidelidad, ídolos del pueblo, rituales y hechicerías, superhéroes del barrio, visiones por los vicios y aparecidos, problemas sentimentales y con las suegras, así como agradecimientos por salir adelante de situaciones difíciles en los circos o en el deporte.
Son temas que existen en la sociedad mexicana, pero se pretenden ocultar debido al temor a ser juzgados por la doble moral que permea la idiosincrasia y el modo de vida actual. El exvoto los retoma y plasma de manera explícita, incluso creando vínculos
más auténticos (humor o desagrado) con los santos y con quien observa dichos sucesos imaginarios.
La muestra se compone de alrededor de 200 piezas, y los retableros autores son Medora García, Viridiana Canseco, Enrique Ávila, los hermanos José Luis, Gonzalo e Isabel Hernández Velázquez, Rafael Contreras, David Mecalco y Flor Palomares, entre otros.
Cano Monroy es licenciado en historia del arte, egresado del Centro de Cultura Casa Lamm de la ciudad de México. El tema de los exvotos lo apasiona. En un recorrido por la exposición ve y explica su trabajo. Es parte de su colección privada, que asciende a unas 500 piezas. Se oyen risas y hasta carcajadas de algunos de los visitantes. Los textos al calce de cada obra son ocurrentes. Se agradece que ya murió la suegra, o que ésta tomó algo preparado por un brujo de Catemaco que hizo que ya no fuera metiche, etcétera.
Favores insólitos se exhibe en el Museo Nacional de Culturas Populares, localizado en avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán. La muestra cerrará el 16 de octubre próximo.