Lunes 20 de agosto de 2012, p. 41
Ciudad de Panamá, 19 de agosto. Líderes ambientalistas panameños advirtieron hoy de la desprotección de los mares en Panamá, después de que este país recibiera una baja calificación (48 puntos) y fuera situado en la posición 129 en el índice mundial de salud de los océanos.
Félix Wing, director del Centro de Incidencia Ambiental, reconoció la validez del estudio presentado por las organizaciones Conservation International y National Geographic, que refleja una seria amenaza a la naturaleza.
En el ranking global fueron medidos 10 parámetros, como la protección de las costas, biodiversidad del mar, limpieza de las aguas, cantidad de alimentos extraídos de forma sostenible, almacenamiento de carbono y posibilidad de pesca artesanal.
Otros países latinoamericanos y caribeños, entre ellos Nicaragua (43), Haití y Perú (44), El Salvador (45), Venezuela (46) y Uruguay (47), están por debajo de la media global, que es de 60 sobre 100.
No hay duda de que los gobiernos se han olvidado de los océanos y lo que hay es una desidia
, señaló el ambientalista al diario local La Prensa. Wing recalcó que los océanos y las zonas marinas enfrentan importantes modificaciones en sus características ecológicas.
El subadministrador de la Autoridad Nacional del Ambiente, Silvano Vergara, reconoció que problema del deterioro de los océanos es histórico, debido a que por su condición geográfica, los mares y costas de Panamá están constantemente expuestos a la actividad humana.
Vegara previó que el panorama ambiental cambiará cuando se concluya en 2013 el proyecto de saneamiento de la bahía de Panamá, en el Pacífico, cuyo costo es de 650 millones de dólares y registra un avance de 92 por ciento.
Peligran humedales
Al respecto, Zuleika Pinzón, directora ejecutiva de la fundación no gubernamental MarViva, denunció la pérdida de humedales en la Bahía de Panamá y en otras áreas marinas protegidas, pese a que la legislación vigente las protege de daños y amenazas.
Pinzón, quien en julio de ese año lanzó una campaña de pesca y consumo responsable de especies en peligro, denominada Del mar al plato, interpuso acciones legales para frenar la destrucción de manglares, que contribuyen a la reproducción de peces.