El secretario de Salud, Armando Ahued, señaló que una vez que entró en operación la fiscalía antidrogas en la ciudad de México, será obligatorio el tratamiento médico a las personas que sean detenidas en posesión de drogas en cantidades permitidas por la ley, por lo que serán consideradas adictas y no traficantes de drogas.

La dependencia está preparada para atender a estos enfermos con 32 clínicas para la atención de las adicciones, dos centros toxicológicos y el Instituto contra las Adicciones del Distrito Federal, señaló. Los pacientes tendrán que llevar un seguimiento y la Secretaría de Salud tendrá que reportar al Ministerio Público que esa persona está recibiendo tratamiento médico, indicó.

Lo importante es que las personas que tengan algún problema de adicción sean tratadas y, obviamente, quien se dedique a la venta sea sancionado con todo el peso de la ley, agregó.

La dependencia “tendrá un papel muy importante en cuanto al seguimiento y control de los adictos, dependiendo de las sustancias y de lo que permite la Ley General de Salud, y de lo que considere que es todavía hasta lo permitido como una ‘adicción’ y lo que sale ya después de esa adicción”.

Las adicciones ha aumentado en el Distrito Federal en lo que se refiere a drogas legales, como alcohol y tabaco, en edades cada vez más tempranas, incluso en menores de entre 12 y 13 años. Y obviamente quien fuma y toma tiene más riesgo de entrar a las drogas ilegales, indicó.

Se requiere que los padres de familia ayuden vigilando a sus hijos, que vean a dónde van, qué consumen, con quién se juntan y los riesgos, y si sospechan que hay un problema de adicción, recurran a alguna de las clínicas contra las adicciones o llamen al 5132 0909 para apoyo y asesoría, y donde se guardará la confidencialidad y no haya un estigma para el adicto, apuntó.

Ahora que se vuelve obligatoria la posibilidad de atenderse, el sector salud tendrá un incremento de pacientes, pero se cuenta con la infraestructura especializada que el gobierno local ha construido en los dos años anteriores, personal y experiencia, además del instituto para las adicciones, que es una envidia en el ámbito nacional para la atención de estos enfermos, aseguró.

El tema es que quienes padecen alguna adicción se tienen que atender y se tiene que entender que no es lo mismo un consumidor, un enfermo o un adicto, que tiene que ser tratado así, y no como un delincuente y alguien que se dedica a vender, quien sí será sancionado con todo el peso de la ley.