Los agravios presentados por la coalición Movimiento Progresista contra el resultado de la elección presidencial son frívolos y absolutamente sin sustento, aseveró el presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell.

Tras reunirse en privado con los magistrados Esteban Penagos, Maricarmen Alanís y Manuel González Oropeza –quienes forman parte de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)– para exponerles sus alegatos en torno a que se trató de una elección válida, absolutamente legítima, regulada por órganos constitucionales autónomos y bajo nuevas reglas electorales, Joaquín Coldwell, junto al diputado electo Jesús Murrillo Karam, respondió a las preguntas de los reporteros en rueda de prensa.

Minutos antes de que los dirigentes priístas se encontraran con los magistrados, los líderes de PRD, PT y Movimiento Ciudadano ya se habían reunido con los tres funcionarios electorales, a quienes señalaron que el tribunal electoral tiene una responsabilidad histórica, y su fallo –que deberá darse a conocer antes del 6 de septiembre– influirá en probables estallidos sociales, asociados con la crisis económica y social en todos los rincones del país.

Un grave error

El presidente priísta respondió a tal postura: Me parece que es un grave error de los representantes de la coalición Movimiento Progresista pretender amedrentar a la sociedad con supuestos estallidos sociales; no hay ninguna base para que esto suceda; fue una elección en que se les respetó su derecho a competir. La gente decidió y ha llegado el momento que, como una democracia madura, los candidatos derrotados acepten su derrota. Me parece que un discurso político en esa dirección no contribuye al buen clima social del país.

Para Murillo Karam la elección debe valorarse en función no de una cantidad de pruebas, sino de la calidad probatoria de éstas. “En el ámbito del estado de derecho los plazos, los planteamientos que señala la ley previamente a una elección es una base, son las reglas del juego de los que competimos; la pretensión de modificarlas sería atropellar todas las reglas elementales de derecho en el mundo; de alguna manera eso es lo que se está planteando que se haga.

No podemos, mediante amenazas como la que planteaban en la pregunta anterior o con presiones a la sociedad o a los tribunales, pretender imponer un capricho, por encima de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.

También se les inquirió en torno a las movilizaciones sociales que se pretenden realizar a partir del primero de septiembre. El dirigente nacional del tricolor puntualizó: “los priístas respetamos el derecho de manifestación que tienen todos los mexicanos; confiamos en la madurez de la gente para expresar sus disidencias y sus inconformidades en un marco de civilidad y respeto, pero pensamos que el país no puede ser rehén permanente de un conflicto poselectoral construido a partir del capricho de un candidato derrotado.

Creo que sería irresponsable de parte de las fuerzas políticas pretender alargar esto; iría en detrimento del país, que requiere dar paso a acuerdos, dijo.