Ante la escalada de precios de diversos productos de la canasta básica, entre ellos el huevo, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) reforzó el trabajo en sus 60 comedores públicos, ubicados en zonas de alta marginalidad, donde se ha incrementado el número de solicitantes de comidas desde hace tres semanas.

En entrevista, el titular de la dependencia, Jesús Valdés Peña, señaló que en promedio se brindan cada mes 211 mil 200 raciones, pero ante la demanda estamos redoblando esfuerzos para optimizar los productos y brindar alimento a la mayor cantidad de personas posible.

Comentó que hemos notado que más gente se acerca a estos sitios, principalmente desempleados y madres solteras que llevan a sus hijos estudiantes, porque la comida es balanceada, son raciones generosas, están preparadas higiénicamente y no pagan nada.

Durante el año, un millón 478 mil 265 capitalinos han acudido a estos comedores, pero su número va en ascenso, ante el incremento de los precios de productos básicos, como el huevo, que en algunos sitios se vende a más del doble respecto de como se ofrecía en julio pasado, cuando estaba en 17 pesos.

Tal situación, destacó, no ha repercutido en la calidad de la sopa, guisado, agua y postre que se ofrecen a personas en situación de calle, adultos abandonados, embarazadas o discapacitados, a los cuales se han sumado familias enteras y desempleados, quienes acuden todos los días, ante la imposibilidad de adquirir y preparar sus propios alimentos, por lo costoso que resulta”.

Con la operación de estos comedores, donde la dependencia brinda el personal necesario para la preparación y distribución de los alimentos, tratamos de garantizar el derecho a la alimentación de la población, apoyar la economía de estas familias y mejorar sus condiciones de salud y nutrición, dijo.

Sin embargo, reconoció, la tarea no es fácil, ante la difícil situación económica que se vive y el alza de productos básicos para la alimentación de los capitalinos, por lo que estamos redoblando esfuerzos a fin de atender a un mayor número de solicitantes en estos comedores, que varía entre 200 y 250 personas diariamente; así como en los comunitarios.

Ahí, el cobro de la comida se mantiene en 10 pesos y son los propios vecinos quienes prestan sus inmuebles, utensilios y elaboran los alimentos, mientras el gobierno capitalino dota a los 160 en operación de mobiliario y alimentos no perecederos, indicó.