Fueron ultimadas a machetazos o quemadas, informa la policía
Jueves 23 de agosto de 2012, p. 25
Nairobi, 22 de agosto. Al menos 52 personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron asesinados a machetazos o quemados vivos durante la noche del pasado martes, mediante un ataque llevado a cabo por hombre armados contra las viviendas de una comunidad rival en el sureste de Kenia, informó la policía local.
Se trata del ataque étnico más mortífero en Kenia desde la violencia postelectoral de finales de 2007 y principios de 2008, cuando más de mil personas murieron y cientos de miles fueron desplazadas de sus comunidades.
Según Joseph Kitur, jefe adjunto de la policía costera, el ataque se produjo en el distrito rural de Tana River, a unos 300 kilómetros al sureste de la capital, Nairobi, por hombres de la etnia pokomo contra habitantes de Orma, dos comunidades rivales desde hace varios años.
Los atacantes llevaban armas sencillas: machetes, lanzas, arcos y flechas. Algunos tenían armas de fuego, como resultado hemos perdido 31 mujeres, 11 niños y seis hombres
, dijo el segundo al mando de la policía local.
Según Kitur, de los 52 fallecidos, 34 murieron a machetazos, 14 personas fueron quemadas vivas y otras cuatro personas perecieron más tarde por sus heridas.
Nuestra investigación muestra que son los pokomos quienes atacaron a los ormas que viven en una isla
, precisó el policía.
No obstante, según dijo a la prensa Danson Mungatana, un diputado local, el ataque del martes en la noche era una represalia ya que hace unos 10 días unos miembros de la etnia orma mataron a tres pokomos, en venganza por haber masacrado más de 200 cabezas de ganado de los ormas.
A su vez, los ormas habrían atacado pueblos pokomos y quemado más de 100 casas, contó.
Ambas comunidades tienen un largo historial de enfrentamientos por el acceso al agua y a los pastizales para el pastoreo, aunque también es común el robo de ganado de unos a otros.
La antigua disputa entre ambos estalló después de que los pokomos, que son esencialmente agricultores sedentarios, instalados a lo largo del río Tana, acusaron a los ormas, esencialmente ganaderos nómadas, de pastorear su ganado en sus pastizales.
En 2001, más de 100 personas murieron en enfrentamientos entre esas dos comunidades relacionados con el acceso a las tierras y a un río en la misma región.
Desde entonces vivimos en una paz relativa
, afirmó Mungatana a los medios.