La crisis empezó con demandas legítimas; luego extranjeros secuestraron la agenda pacífica
“Inaceptable, que terroristas armados controlen calles y poblados en nombre de la yihad”,dice
Martes 28 de agosto de 2012, p. 26
Damasco, 27 de agosto. La batalla por Damasco puede oírse este lunes dentro de la oficina del ministro del Exterior: una vibración de fuego de morteros y tanques, proveniente de los suburbios de la capital, penetra en el recinto de Walid Muallem como un peligroso latido que rivaliza con sus palabras.
Estados Unidos está detrás de la violencia en Siria, afirma, la cual no terminará ni cuando acabe la batalla por Alepo. Les digo a los europeos: no entiendo su lema del bienestar de la población siria cuando apoyan 17 resoluciones contra el bienestar de ese pueblo. Y a los estadunidenses les digo: deben leer bien lo que hicieron en Afganistán y Somalia. No entiendo su lema de combatir el terrorismo internacional cuando apoyan este terrorismo en Siria
.
Walid Muallem habla en inglés con gran lentitud, ya sea por el desconcertante rugido de afuera o porque es su primera entrevista con un periodista occidental desde que comenzó la crisis en Siria. En cierto momento, el conflicto entre los rebeldes y las tropas del gobierno en los suburbios de Duma, Jobar, Arbin y Qaboun –donde ha sido derribado un helicóptero– se vuelve tan estentóreo que hasta el más flemático de los cancilleres en una región plagada de retórica mira a la ventana. ¿Cómo se siente al escuchar esto?, pregunto.
Los viejos tiempos
“Antes que ministro, soy ciudadano sirio, y me siento triste al ver lo que ocurre en mi país, en comparacion con hace dos años –responde–. Hay muchos sirios como yo, que anhelan ver el regreso de los viejos tiempos, cuando estábamos orgullosos de nuestra seguridad”.
Tengo mis dudas sobre cuántos sirios quieren un retorno a los viejos tiempos
, pero Muallem afirma que tal vez 60 por ciento de la violencia en el país viene del extranjero, de Turquía, de Qatar y Arabia Saudita, y que Estados Unidos ejerce influencia sobre todos los demás.
“Cuando los estadunidenses dicen: ‘proveemos a la oposición de avanzados instrumentos de telecomunicaciones’, ¿no es eso parte de un esfuerzo militar? ¿Cuando proporcionan a la oposición 25 millones de dólares, y mucho más del Golfo y Arabia Saudita?”
Hace un año, le comento a Muallem, almorcé con el emir de Qatar, quien estaba indignado por lo que llamaba las mentiras de Bashar Assad y sostenía que el presidente sirio había incumplido un acuerdo para permitir que miembros de la Hermandad Musulmana volvieran a su patria.
Muallem asiente. “Si se hubiera reunido con el mismo emir hace dos años, lo habría oído elogiar a Assad y llamarlo su amigo querido. Tenían relaciones familiares, pasaban vacaciones en Damasco y a veces en Doha. Hay una pregunta importante: ¿qué pasó? Me entrevisté con el emir en Doha, me parece que en noviembre de 2011, cuando la Liga Árabe puso en marcha su iniciativa (en la que se acordó enviar observadores a Siria) y llegamos a un consenso. El emir me dijo: ‘Si acceden a esta iniciativa, cambiaré la actitud de Al Jazeera y diré a (el jeque) Qaradawi (un popular religioso que aparece con regularidad en ese canal) que apoye a Siria y la reconciliación, y he ofrecido algunos miles de millones de dolares para reconstruir Siria’.
“Al mismo tiempo, mientras yo esperaba para entrar a una junta, estaba allí el líder del partido tunecino Ennahda, y el emir giró ordenes de pagar 150 millones de dólares a ese partido para ayudarlo en las elecciones. Era asunto de ellos, pero pregunté al emir: usted tiene relaciones muy estrechas con Muammar Kadafi, y usted fue el único líder al que Kadafi hospedó en su palacio durante la cumbre. ¿Por qué envía su avión para atacar a Libia y ser parte de la OTAN? El emir respondió simplemente: ‘Porque no queremos perder el impulso de Túnez y Egipto, y Kadafi fue el responsable de dividir a Sudán’”.
Muallem no tiene dudas sobre el poderío de Estados Unidos. Los estadunidenses, dice, lograron espantar a los estados de Golfo sobre las capacidades nucleares de Irán y los persuadieron de comprar armas a Estados Unidos, para cumplir el sueño de Franklin Roosevelt, en 1936, de mantener bases para transportar petróleo.
El papel de Irán
Creemos que Washington es el primer conspirador contra Siria y los demás son sus instrumentos
. Pero ¿acaso no el asunto de fondo no es Irán?, pregunto, lo cual es atrevido porque sugiere que Siria tiene un papel secundario en su propia tragedia.
Y cuando Muallem se refiere a la Institución Brookings, suelto un quejido.
Usted ríe, pero a veces, cuando es uno ministro del exterior se siente obligado a leer estas cosas
, y muestra un estudio del Instituto (sic) Brookings, llamado El camino a Teherán, cuya conclusión es: quien quiera contener a Irán debe empezar por Damasco.
“Algún enviado de Occidente nos dijo, al principio de esta crisis, que las relaciones de Siria con Irán, Hezbolá y Hamas eran los principales elementos de ella. Si arreglábamos ese asunto, ellos (los estadunidenses) nos ayudarían a poner fin a la crisis. Pero nadie nos dijo por qué está prohibido que Siria tenga relaciones con Irán, si la mayoría de los estados del Golfo, si no todos, las tienen también.
Para el ministro sirio, la crisis comenzó con demandas legítimas
que fueron atendidas con leyes y reformas e incluso una nueva constitución
. Luego llegaron los elementos extranjeros
, que usaron esas demandas legítimas para secuestrar la agenda pacífica del pueblo
.
Luego viene un relato familiar. “No acepto, como ciudadano, retroceder siglos, a un régimen que lleva a Siria hacia el pasado. En principio ningún gobierno del mundo puede aceptar que un grupo terrorista armado, algunos de cuyos miembros vienen del extranjero, controle calles y poblados en nombre de la yihad”.
Era deber del gobierno sirio proteger
a sus ciudadanos. Assad representa la unidad de Siria y todos los sirios deben participar en un nuevo futuro para el país. Si Siria cae, los países vecinos también. Muallem viaja este miércoles a la cumbre de No Alineados en Irán, para fomentar esfuerzos constructivos
por ayudar a Siria.
Desde luego, le pregunto por las armas químicas. Si Siria las tuviera, jamás las usaría contra su pueblo, sostiene. Combatimos a grupos armados dentro de Alepo, en los suburbios de Damasco, antes de eso en Homs e Idlib, y eso significa pelear dentro de ciudades sirias. Y nuestra responsabilidad es proteger al pueblo
.
¿Y la tan criticada milicia Shabiha, a la que se atribuyen atrocidades en el país? Muallem no cree que exista. Tal vez haya ciudadanos no armados que defienden sus propiedades de los grupos armados, dice. Pero, ¿milicianos favorables al régimen, pagados por éste? Jamás. Entonces, para el canciller sirio no hay cargos por crímenes de guerra. Pero las armas siguen resonando contra sus ventanas.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya