Quienes les dispararon pudieron verlos de cerca; la camioneta tenía el blindaje más alto
Martes 28 de agosto de 2012, p. 5
Los agentes estadunidenses que fueron baleados el viernes pasado –junto con un capitán de la Armada de México–, cuando se dirigían al campo de tiro y entrenamiento de la Infantería de Marina ubicado en la zona de Xalatlaco, pertenecen a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), confirmaron fuentes oficiales cercanas a la investigación, las cuales agregaron que el ataque tuvo lugar después de que los agresores vieron de cerca a los ocupantes del vehículo diplomático.
De acuerdo con información obtenida por este diario, la agresión en contra de los agentes estadunidenses y del marino fue directa y si no hubo víctimas fatales fue porque la camioneta Toyota en la que viajaban tenía blindaje nivel siete (el más alto que hay).
El mismo día de los hechos –ocurridos cerca de Tres Marías, Morelos– la embajada estadunidense denunció que se había tratado de una emboscada
, mientras que la Policía Federal informó que había sido una confusión
.
La intercepción
La información de la Procuraduría General de la República (PGR) señala que los agentes de la CIA, quienes iban a dar seguimiento a cursos de tiro que imparten a marinos en el campo de entrenamiento de la Infantería de Marina, transitaban en el tramo de terracería conocido como El Capulín, en Xalatlaco, estado de México, cuando los alcanzó una Dodge Van con varios civiles fuertemente armados, quienes los encañonaron y obligaron a que se detuvieran.
Sin dejar de apuntarles con sus armas, dos de ellos se dirigieron a la Toyota; de pronto, el conductor del vehículo de la embajada estadunidense se echó en reversa y bruscamente, a toda velocidad, regresó hacia la carretera federal. En este momento, agregaron los informantes, comenzaron los disparos y continuó la persecución.
Al paso les salió un segundo carro, un Sentra que estaba detenido tratando de bloquearles el camino, y cuatro civiles más comenzaron a dispararles con armas de grueso calibre
.
Agregaron que más adelante, luego de pasar por una ranchería y antes de llegar a la gasolinera cercana al entronque con la carretera, otros ocho hombres vestidos de civil que iban en dos carros se sumaron a la agresión y la Toyota alcanzó a chocar con uno de los vehículos que le cerraba el paso.
Seguidos por los cuatro automóviles, los agentes estadunidenses y el marino trataron de protegerse en la gasolinera, pero al no conseguirlo siguieron la marcha. Sin embargo, en el entronque los esperaba un quinto vehículo desde el cual comenzaron también a dispararles.
Una vez en la carretera federal, y debido a los impactos de bala, la Toyota quedó inmovilizada y aun así seguían recibiendo tiros de armas de alto calibre. “Uno de los agresores irrumpió con un cuerno de chivo contra el blindaje nivel siete de la camioneta diplomática y fue cuando los agentes estadunidenses resultaron heridos, porque iban en la parte delantera; el marino iba solo en la parte trasera”, añadieron.
Los informantes añadieron que en ese momento llegaron tres vehículos de la Policía Federal y poco después cesaron los disparos, aunque sin dejar de encañonar a los ocupantes del vehículo diplomático.
Los agentes federales bajaron de sus patrullas y también los encañonaron. Uno de ellos se acercó a la Toyota y fue cuando los agentes se identificaron como diplomáticos estadunidenses; en ese instante, los policías federales gritaron una clave a los que estaban vestidos de civil y a los otros policías y entonces dejaron de encañonarlos.
Uno de los agentes estadunidenses que estaba herido fue llevado a la parte trasera de una de las patrullas de la Policía Federal, en la que se encontraban varias armas largas
, concluyeron los informantes.