El anuncio, para presionar la privatización del sector, señalan
Viernes 31 de agosto de 2012, p. 25
El hallazgo de un gran yacimiento petrolero anunciado el miércoles pasado por el presidente Felipe Calderón está sobredimensionado. Este anuncio tiene la intencionalidad política de apresurar la nueva reforma energética en el próximo periodo de sesiones con el pretexto de acelerar la explotación con terceros y profundizar la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), opinaron expertos en materia petrolera.
Miriam Grunstein, especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide), aseveró que este anuncio esta sobredimensionado porque la perforación de un pozo no constituye un proyecto integral. Se necesita mucha infraestructura, inversión y se tienen que encontrar hidrocarburos comerciales
.
Si los costos de producción de Pemex, dijo, van a ser elevados y los precios del crudo caen, “nos vamos a quedar con un pozo económicamente inviable.
Entonces, independientemente que se haya perforado y encontrado hidrocarburos, de ahí a que haya reservas equivalentes a 33 por ciento para el país, creo que es una afirmación inmadura e irresponsable por parte del Presidente
.
Fabio Barbosa, experto del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, aseguró que en el pozo Trión no ha concluido la perforación, y si hubiera terminado sería la perforación más veloz realizada en el mundo. Cuando termine la perforación se tendrán que realizar las pruebas de producción, porque sin ellas es prematuro adelantar cualquier evaluación
.
Una evaluación más completa, añadió, se obtendría con la perforación de pozos delimitadores que permitan conocer la extensión de la formación productora.
Los anuncios exagerados, señalando cifras absolutamente irreales (más de 10 mil millones de barriles ), exhiben más que irresponsabilidad, la intención política de continuar con el viejo esquema exportador para el cual requieren profundizar la privatización
.
Barbosa Cano aseguró que el anuncio de este gran descubrimiento
tiene la intencionalidad política de apresurar la nueva reforma energética en el próximo periodo de sesiones, con el pretexto de que hay que acelerar la explotación y adicionalmente, presentar resultados exitosos para el último Informe del presidente Felipe Calderón.
Otra arista, añadió, es tratar de impulsar que el Tratado México-Estados Unidos sobre yacimientos transfronterizos sea finalmente ratificado por el Senado de Estados Unidos. Recordó que después de la firma por el presidente Barack Obama, el Senado estadunidense se ha manifestado renuente a aprobarlo.
Francisco Garaicochea, presidente del Grupo de Ingenieros Petroleros Constitución de 1917, señaló que lo que debería hacer Pemex, como lo hacen en otros países, es una prueba de producción prolongada, es decir, poner a producir a Trión por al menos seis meses.
Con ello se podría detectar cómo declina la producción y la presión del yacimiento. La declinación de la producción es importantisima y depende de la capacidad de producción y declinación como características del yacimiento y, sobre todo, su permeabilidad.
Garaicochea, galardonado con el Premio Nacional de Ingeniería, explicó que mientras no se tengan estas pruebas no se puede determinar la productividad y la rentabilidad, la cual se desconoce. Si ocurre como lo que ha pasado en la cuenca de Burgos y en Chicontepec, donde los pozos se agotan rápidamente entonces no va a ser rentable. Todavía hay mucha incertidumbre sobre el volumen de las reservas de hidrocarburos.
Lo que pasa es que tenían urgencia de hacer unas declaraciones de éxito en aguas profundas, porque habían perforado ya 18-19 pozos exploratorios, de los cuales no habían incorporado un solo barril de petróleo
.
Recordó los anuncios de proyectos fallidos de Pemex, como el potencial gasero cuando se pretendió construir un gasoducto de 48 pulgadas de diámetro para transportarlo a Estados Unidos; luego salieron con el cuento del gran tesoro en aguas profundas; luego el de Chicontepec, que iba a producir un millón de barriles diarios, más adelante la cuenca de Burgos, que con los contratos de servicios múltiples iba a detonarse la producción; sin embargo, ahora es menor que cuando producía Pemex, entre otros. Ahora a Brasil tampoco le están saliendo las cuentas en la explotación de aguas profundas
.
Finalmente, Carlos Huerta, asesor del Consejo de administración independiente de Pemex, consideró que las empresas petroleras empujan una apertura al sector energético porque su objetivo es hacer negocio. Pero con este descubrimiento, cada día será más difícil justificar cualquier propósito de compartir la renta petrolera; la conveniencia económica estratégica de mantenerlo es evidente
.
Lo que Pemex necesita es inversión y para financiar esta inversión es impostergable aligerar la carga fiscal de Pemex a través de una reforma hacendaria integral. La paraestatal necesita entre 150 y 200 mil millones de pesos anuales para garantizar la Seguridad Energética Nacional de los próximos 30 años, expresó.
Autonomía presupuestal, de gestión, y una reforma fiscal en Pemex son temas que ya no pueden seguir posponiéndose, dijo.