El interés por los animales, la hora del baño, el pastel de cumpleaños y los juegos son algunos de los momentos que los niños de edad preescolar tienen más presentes y que fueron tomados en cuenta por la actriz, directora y dramaturga Haydeé Boetto para escribir la obra Uga.

Montaje para niños y niñas de tres años en adelante en el que se combina música en vivo, lenguaje de señas y teatro de objetos, a partir de los cuales se entreteje la historia de cinco amigos: Carolina, tres granjeros sordos que le enseñan a hablar con el cuerpo y un extraño visitante que salió de un enorme huevo.

Creada y puesta en escena por la compañía de teatro de sordos Seña y Verbo, la obra fue la ganadora del primer Premio Alas y Raíces creado en 2011, por haber sido el espectáculo favorito y más votado por los niños que asistieron a la Fiesta Interminable, festival cultural y artístico infantil que se llevó a cabo en el Centro Nacional de las Artes, el año pasado.

Uga es un espectáculo lleno de vida, apuntó Boetto. “En un principio la historia se basó en la idea de nacer y ser nuevo en el mundo. A partir de ello iniciamos una investigación y una laboratorio escénico que integró niños de prescolar sordos y oyentes, de entre tres y cinco años. Esa primera idea se modificó hasta transformarse en el universo de Uga, personaje bebé, nacido de un huevo, con algo de humano, algo de animal y algo de extraterrestre, que llega al mundolisto para aprenderlo todo.”

La historia de Uga toca temas como el de la inclusión, la voluntad de comunicarse, la convivencia, las posibilidades del lenguaje y el de la amistad.

Uga se escenificará los domingos 23 y 30 de septiembre, y el 7 de octubre, a las 13 horas, en el Lunario del Auditorio Nacional.

En dicho recinto se presentará también 7 giros a la Luna, con la agrupación de danza clown Triciclo Rojo, dirigida por Emiliano Cárdenas, en sólo dos funciones, los domingos 2 y 9 septiembre, a las 13 horas.

Musicalizada por la acordeonista Johanna Juhola, 7 giros a la Luna combina el sentido poético del clown y la danza contemporánea, para dar vida a Antik y Totov, amigos inseparables que son contratados por Guido, el panadero, como aprendices. Juntos desarrollan la receta mágica del pan giratorio y se prepararan para la tradicional carrera de los 7 giros a la Luna. A lo largo de su recorrido se enfrentará a distintos retos inesperados, por lo que deberán demostrar su valor para crecer. Su viaje les permitirá descubrir juntos el valor de la amistad.

La historia se desarrolla en un pueblo fantástico llamado Ático, localizado muy arriba de la montaña, donde hay muchas nubes, las cuales simbolizan aquello que no podemos ver, explicó Cárdenas.

La obra busca hacer reír al público asistente, en particular a los niños, con el propósito de que reconozcan y aprecien el valor de la amistad.

Con música original en vivo en la que se fusiona tango, música tradicional y electrónica, el trabajo escénico llevo más de un año de realización y se estrenó como parte de la Fiesta Interminable 2011, organizada por el programa Alas y Raíces del CNCA, en el Centro Nacional de las Artes, siendo, junto con la obra Uga, una de las más exitosas.

7 giros a la Luna se ha presentado en Lisboa; en movilizaciones de payasos en favor de la paz mundial; en el Festival Internacional de Payasos Clownstro, en Santiago de Chile; en el Young Dancers Festival, de Nueva Delhi, y en el Palacio de Bellas Artes.

En esta ocasión, en breve temporada, se presentará los días 2 y 9 de septiembre, a las 13 horas en el Lunario, del Auditorio Nacional.