Los préstamos de la banca comercial a los estados y municipios aumentaron en 34 mil 500 millones de pesos en los últimos 12 meses hasta julio de 2012, con lo cual alcanzaron una tasa anual de crecimiento de 11.5 por ciento, únicamente superada por el aumento del financiamiento bancario dirigido al consumo privado.

Así, el financiamiento de los bancos a los gobiernos de los estados tuvo un crecimiento de 242 por ciento durante el sexenio a punto de finalizar, según informes de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México.

Entre diciembre de 2006 y julio de 2011 el saldo de los préstamos a las entidades se elevó de 71 mil 725.6 millones de pesos a 243 mil 634 millones; de manera tal que la deuda de estados y municipios con los bancos aumentó en más de 171 mil 908 millones de pesos durante el segundo y último gobierno del PAN.

Sin embargo, la deuda con los bancos es sólo parte del endeudamiento total de esos dos niveles de gobierno. Al término del primer semestre de este año el débito de los gobiernos de las entidades federativas del país ascendió a 404 mil 409.5 millones de pesos, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Así, la parte correspondiente a los bancos representa 60 por ciento de esa cantidad; mientras el resto, 160 mil 775.5 millones de pesos, proviene de financiamientos del mercado local de valores a través de certificados bursátiles.

En los últimos 12 años la dinámica de préstamos para financiar gastos de estados y municipios no tiene precedente en el país.

En 2000, al asumir la primera administración del PAN, la deuda de estos dos niveles de gobierno era de 89 mil 501.5 millones de pesos, según la información oficial, y cerró el sexenio en 160 mil 93.5 millones en diciembre de 2006, lo que significó un alza de 79 por ciento en el periodo.

Durante el segundo y último sexenio panista el endeudamiento de los estados, y en menor medida de los municipios, ha tenido un incremento de 152.6 por ciento, hasta junio de 2012. Pero los reportes más recientes de la banca indican que prosigue su crecimiento. Así, durante los últimos 12 años, la deuda de las entidades federativas creció 352 por ciento.

Lo ocurrido entre julio del año pasado y el mismo mes de 2012 parece revelar que prestar a los gobiernos de los estados y a los municipios con poder de pago es un buen negocio para los bancos.