Pide en Durango dejar de lado por un ratito
lo que nos divide
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 7
Durango, Dgo., 6 de septiembre. Enrique Peña Nieto no vino a esta capital durante la campaña. Hoy pagó esa deuda y realizó aquí su primera visita a una entidad en su condición ya de presidente electo. Formuló un mensaje de compromisos, sobre todo en materia de combate a la pobreza y para saldar los grandes rezagos nacionales. Entonces demandó: Dejemos a un lado por un ratito, por un momento, lo que nos divide y hace diferentes
. Y él a su vez ofreció hacer un gobierno que deje de lado las filias partidistas y no sea sesgado, parcial, y menos para unos cuantos
.
Mientras hablaba así, a unos 200 metros del Hospital General de Altas Especialidades, lugar del encuentro, un grupo de jóvenes, identificados como #YoSoy132, era retenido por policías estatales antimotines.
Sus gritos de no te reconocemos como presidente
y sus pancartas permanecían ignorados, aunque peor les fue a los estudiantes de la Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, de Canatlán –municipio a una hora de esta capital–, a quienes les arrebataron cartulinas y lonas y ni siquiera les permitieron reunirse en la entrada de esta capital.
Frente a la evidencia de encontrarse en un auténtico elefante blanco, como todo mundo define aquí a este nosocomio, Peña Nieto anticipó que su administración invertirá presupuesto para llevar a término aquellas obras que queden inconclusas al término de la administración del PAN.
Y aludió a este hospital como emblema de su dicho. En efecto, todo duranguense tiene muy claro que su construcción se inició en 2006, se inauguró hace tres años, se han gastado mil millones de pesos entre edificación y equipo, y es momento que no da servicio.
No soy de los que piensan que a la llegada de un nuevo gobierno hay que dar la espalda a todo lo que se hizo en el pasado. Al contrario, hay que optimizar y aprovechar las inversiones para que sirvan a todos los mexicanos
, indicó Enrique Peña. Más adelante anunció su intención de aplicar nuevos programas sociales con un carácter más participativo que asistencial
.
La intención del mexiquense por venir cuanto antes a Durango, llevó a un problema para definir el perfil de la reunión. El miércoles, para su oficina de prensa, venir aquí era el inicio de una gira de agradecimiento
; más tarde, en un comunicado, la presentaron como una reunión con la sociedad civil, y ya hoy por la mañana, en su cuenta de Twitter, el gobernador Jorge Herrera se declaraba listo para el encuentro de Peña con mujeres.
Terminó siendo un encuentro oficialmente con ellas, si bien fueron convocados decenas de empleados estatales y federales, militantes del PRI y empresarios. En total, alrededor de 2 mil personas y muchos se quedaron sin poder entrar porque el Estado Mayor Presidencial consideró que ya era suficiente con quienes ocupaban el sillerío. Y por eso, una mujer no aguantó y gritó: Para eso nos pidieron el voto, se los dimos, y ahora ni nos dejan entrar...
Luego de escuchar los testimonios y peticiones del gobernador, de una estudiante, una empresaria, una doctora y un ama de casa, Peña Nieto resaltó que uno de sus grandes retos será trabajar para combatir de manera eficaz la pobreza que aqueja a amplios sectores del país, donde Durango se encuentra entre los más afectados.
Presentación de Robles
Para apoyarlo, dijo, en el diseño de programas hacia ese fin presentó a Rosario Robles, la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, una amiga y política conocida
, resaltó. También anunció que en los próximos días habrá nuevos integrantes del equipo de transición para las áreas de cultura, ciencia y tecnología, entre otras.
Así, en su primera gira por la provincia, y donde todo hace suponer buscará acercarse a las capitales no visitadas en su campaña –Jalapa, Cuernavaca, Ciudad Victoria y Tepic–, Peña Nieto tuvo una redición de sus actos de proselitismo, aunque ahora ya no se ven los colores ni toda la propaganda del PRI, y en lugar de las machaconas melodías en diversos ritmos, esta vez la gente escuchó canciones de Adele, Alicia Keys y, cómo no, el Huapango de Moncayo.