Durante la segunda sesión de la nueva legislatura en el Senado, hubo pifias de legisladores sin experiencia, mientras el presidente en turno de la mesa directiva, el priísta Enrique Burgos, se enredó y pretendió poner a votación el derecho de réplica del perredista Mario Delgado.

El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) exigió que se le permitiera responder a la senadora panista Gabriela Cuevas, quien en tribuna lo acusó de participar en una presunta triangulación de recursos del Gobierno del Distrito Federal (GDF) a la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Demandan pesquisa exhaustiva

Cuevas presentó un punto de acuerdo para exhortar al jefe del GDF, Marcelo Ebrard, a realizar una investigación exhaustiva de los contratos otorgados a empresas que financiaron la campaña del candidato de las izquierdas.

Delgado respondió a Cuevas que tal afirmación parte de una información periodística falsa, y resaltó que es preocupante llevar a la tribuna del Senado asuntos ya fiscalizados por los órganos de revisión del gobierno capitalino y de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en los que participa el Partido Acción Nacional (PAN).

La senadora del blanquiazul, quien llevó a la tribuna un punto de acuerdo distinto al que anunció en la Gaceta Parlamentaria –ya que le agregó una propuesta del pevemista Pablo Escudero para que la Auditoría Superior de la Federación intervenga en el caso– se lanzó contra el perredista. Insistió en que él, como responsable de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal, fue quien autorizó los pagos a empresas supuestamente ligadas a López Obrador.

Burgos –quien presidió la mesa de decanos que tomó la protesta a la nueva mesa directiva del Senado– turnó de inmediato la propuesta a comisiones, y cuando Delgado le pidió el uso de la palabra por alusiones personales, se negó a concedérsela, e insistió en argumentar que el trámite estaba cerrado y ya no hay debate.

El también priísta Omar Fayad hizo notar a Burgos que no podía negar el derecho de réplica al legislador del sol azteca.

Al mismo tiempo, el secretario general de servicios parlamentarios, Arturo Garita, trataba de aclarar el panorama a Burgos y le pasó varias tarjetas.

Se leyó el artículo 76 del reglamento interno del Senado, donde se señala que los senadores tienen derecho a hablar hasta cinco minutos para responder a alusiones personales, pero el presidente en turno de la mesa directiva no cedía.

La inconformidad llegó a los gritos cuando Burgos decidió poner a votación la posibilidad de que Delgado respondiera a la panista. Lo intentó otras dos veces, apoyado por algunos legisladores del PAN, hasta que Fayad expresó que estaban cayendo en un debate estéril al poner a consideración de la asamblea un derecho ya existente. Sólo así se concedió la palabra al perredista, quien mencionó por su nombre a Cuevas, por lo que ésta regresó a tribuna a repetir acusaciones.

No todos los panistas estuvieron de acuerdo con Cuevas. Cuando se discutió el tema, el senador Javier Corral escribió en su cuenta Twitter: El tema real en materia de fiscalización de gastos electorales es Monex. Esa montaña de dinero ilícito en que Peña Nieto basó su campaña.

Durante la sesión, la también senadora panista Mariana Gómez del Campo presentó un punto de acuerdo con el fin de que el Senado pida a la ALDF convocar inmediatamente a una sesión extraordinaria para que tomen protesta los suplentes de quienes solicitaron licencia al cargo de diputados locales.

El Senado no tiene facultades para pedir algo así a la Asamblea. La perredista Alejandra Barrales le recordó que ese órgano es autónomo.