Te veré de rodillas, derrotado y con la cara en mil pedazos, revira el argentino
En un ambiente hostil de declaraciones ambos boxeadores lanzaron desafíos
El combate tardó dos años en concretarse
Se agotaron las localidades y fue superada la marca del pleito JC-Macho
Jueves 13 de septiembre de 2012, p. a13
Las Vegas, 12 de septiembre. Las expresiones verbales llegaron a su punto más alto en el termómetro de las descalificaciones, a unos días de que Julio César Chávez Jr. exponga su título mundial mediano ante el argentino Sergio Maravilla Martínez.
El mexicano lo desafió y espetó una amenaza: Este sábado te voy a retirar
. El retador entró en la escaramuza de provocaciones y le respondió que esa noche lo verá de rodillas, derrotado y con la cara rota en mil pedazos.
En la conferencia previa a uno de los combates más esperados en los años recientes, los pugilistas se miraron a la cara por última vez en un ambiente hostil de declaraciones, pero dentro de los cauces del orden, porque la próxima vez que se vean será sobre el cuadrilátero y calzados con guantes, para cumplir –quizá– con las amenazas que se han lanzado desde que se concretó el combate.
Chávez es el joven campeón que busca legitimarse en una pelea que tardó casi dos años en realizarse, mientras Martínez es el ex campeón que cedió su cinturón para disputar el cetro diamante –en un acuerdo con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB)– y que viene a recuperar lo que dice que le pertenece.
En medio hubo polémica. La ruptura del argentino con el organismo, al que acusaba de que lo habían utilizado para abrirle camino al júnior.
He visto varias veces cuando lo han noqueado (a Maravilla): qué bonitos se le ven los ojitos en blanco
, se burla el joven Chávez. Te voy a dar una paliza y te voy a retirar el sábado
, insiste el mexicano, quien asegura que es tiempo de que se cumpla un ciclo natural, en el que el joven desplaza al maduro.
“Se dice que Maravilla es un buen chico, que viene de abajo, pero no pelea”, acusa en su intervención el también llamado Julito.
Nomás corre y corre, no tiene hambre, no pelea para la gente, lo hace para sí mismo
, recrimina, pues asegura no da espectáculo.
“Maravilla dice que es difícil tener a Kelly Pavlik encima por 12 asaltos, pero aún no me tiene a mí como me tendrá este sábado. No puedes ganarme –desafía viendo a su rival–, siempre le has sacado a enfrentar a los número uno y espero que te pares a pelear y no corras, que pelees para la gente y no para ti como acostumbras”.
El argentino tiene un currículum respetable. Le destrozó la cara al estadunidense Kelly Pavlik cuando nadie lo esperaba. Después rindió cuentas y noqueó a Paul Williams. Dos victorias asombrosas ante dos peleadores de mucho prestigio.
Peleó demasiado tiempo para que ocurriera esta pelea contra Chávez, ese fue el trato con el CMB para ceder su cinto, que permitió que el júnior ganara ante el alemán Sebastian Zbik. Y el combate se posponía y la empresa que maneja al mexicano anunciaba pleitos con otros contrincantes. Hoy llegó el momento y responde en el mismo tono.
Te voy a partir la cara en mil pedazos, te noquearé, pero antes te haré sufrir. Ojalá el réferi o tu esquina tengan piedad de ti, porque yo no la tendré
, atiza el platense.
Ironizó con las palabras de Chávez hacia su persona, que lo califica de ser una bailarina sobre el cuadrilátero, y dijo que lleva mucho tiempo bailando: Porque no me hace falta más que bailar para pegarle al júnior, pero disfruto mucho de todo esto porque sé que no me hace falta nada para partirle la cara
.
Y te repito, te dolerá esta pelea; lo hago por los argentinos, por todos los latinos, por toda la gente de México que me apoya y porque no respetaste este deporte. Te va doler, Junior, te va a doler muchísimo
, declara Maravilla en franca guerra de orgullo que le pone color a la pelea.
Antes de marcharse se despide con una frase simbólica que remite al Che Guevara: Hasta la victoria siempre
.
Por otra parte, el promotor Bob Arum, presidente de Top Rank, dio a conocer que las 19 mil 186 localidades se agotaron para el esperado combate en el Thomas and Mack Center, lo que la convierte en la mayor entrada en este recinto, superando la marca de 1992 que tenía el duelo entre Julio César Chavez padre contra el boricua Héctor Macho Camacho.