Algunas veces el futbol es caprichoso y otras te trata con fortuna, dice Omar Bravo en un intento por explicar por qué en los entrenamientos se muestra tan certero y en la liga sigue sin anotar.

Lo importante es no dejar de trabajar y hacer el esfuerzo, agrega el mochiteco, quien confía en que pronto pueda reflejar ese ahínco en las redes, tal vez el próximo sábado ante Tigres.

Cruz Azul visitará al equipo de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que suma cinco partidos sin victoria, pero Bravo aclaró que irán sin exceso de confianza.

Los partidos hay que jugarlos y no podemos subestimar a nadie, señala, y resalta que sobre todo tratándose de un equipo con muchas individualidades como los felinos y en un estadio de los más complicados del balompié local: el Volcán.

El atacante celeste militó en Tigres, aunque lo hizo sólo durante dos meses y medio y en una etapa con problemas de descenso. Sin embargo, eso lo ayudó en su carrera: Tener ese tipo de experiencias te deja mucho aprendizaje. Los partidos se juegan distinto.

Algo con lo que también se quedó fue que contó con el apoyo de la afición felina: Es de envidiarse para muchos, es de las mejores de México.

Bravo confía en que los Cementeros sigan con su buen paso como visitantes: suman victorias en sus tres salidas, ante San Luis, Puebla y Pumas, aunque sólo llevan cuatro empates en sus duelos de locales.

En este torneo somos protagonistas. Tenemos pendiente de ganar en casa, pero se trabaja diferente si sumas, a si cargas con derrotas. Hay optimismo de que más temprano que tarde los resultados llegarán de locales, señaló, y aclaró que la meta no sólo es el título, sino también jugar bien.