La iniciativa de reforma para dar nuevas atribuciones al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), presentada por el presidente electo, Enrique Peña Nieto, implica el riesgo de una nueva forma de captura política, particularmente en lo relativo a la ampliación del número de comisionados y la manera en que serían designados, advirtió ayer la Red por la Rendición de Cuentas (RRC).

Conformada por 64 organismos, como el Ifai, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), los institutos de transparencia de los estados, universidades y centros de investigación, la RRC advirtió, en voz de su coordinador, Mauricio Merino, que si los comisionados son nombrados por el Ejecutivo federal se corre el riesgo de que sean funcionarios a modo.

Aunado a ello, planteó que las diversas iniciativas presentadas por los partidos y el presidente Felipe Calderón para combatir la corrupción, carecen de un diagnóstico completo sobre el problema.

En un foro de reflexión, destacó que persiste la visión de que la corrupción es un fenómeno propio de individuos que incumplen la ley para obtener provechos personales ilegítimos, y no consecuencia de procesos que auspician la discrecionalidad de las decisiones y la captura de puestos y presupuestos públicos.

Señala que lo primero que se aprecia en las iniciativas de Calderón y del equipo de transición de Enrique Peña Nieto para reformar la Ley General de Contabilidad Gubernamental, la de los legisladores del PRD para modificar las facultades del Ifai, la del PAN para regular la publicidad gubernamental, y la del Senado, que aprobó crear una Fiscalía Anticorrupción, es la ausencia de un diagnóstico compartido, así como fragmentación en definiciones, normas, instituciones públicas y acciones de vigilancia y control ciudadano.

Planteó que el Ifai debe consolidarse, contar con autonomía plena y reconocerse como última instancia de las decisiones en materia de acceso a la información pública, pero mientras se mantengan intactos los sistemas de captura de los puestos públicos, la discrecionalidad en el diseño de políticas y presupuestos públicos (...) la rendición de cuentas seguirá siendo una tarea pendiente.

Sobre la propuesta del equipo de Peña Nieto de crear una comisión anticorrupción, indicó que representa mayor riesgo, porque debilita a la ASF. Como está planteada, esa comisión actuaría más bien sobre el marco vigente y perseguiría casos aislados de corrupción, con el riesgo de convertirse en instrumento político de persecución de individuos, más que en instrumento para diseñar políticas completas y coherentes de rendición de cuentas.

Jacqueline Peschard, presidenta del Ifai, dijo que aunque hay consenso en dar autonomía al instituto, la idea de convertirlo en una especie de segunda instancia de revisión de los recursos que atiendan los órganos garantes de los estados y del DF, no es un diseño adecuado, ya que es imposible que el Ifai atraiga la totalidad de los asuntos. Coincidió en que los criterios para la designación de los comisionados, deben pulirse y detallarse.