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Presentan ONG diagnóstico sobre violencia

Preocupan a niños indígenas de Oaxaca los conflictos agrarios y la contaminación
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de septiembre de 2012, p. 20

Conflictos agrarios, contaminación ambiental, pobreza, violencia, falta de oportunidades escolares y saqueo y robo a la comunidad son las principales preocupaciones de niños indígenas de Oaxaca, según el diagnóstico sobre violencia realizado por la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México y Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales (Ciarena), con apoyo de ONU Mujeres.

A los niños les preocupa si su papá va a seguir teniendo tierra para sembrar maíz o si su mamá va a tener maíz para hacer tortillas, porque en su memoria colectiva están presentes los conflictos agrarios que ha padecido la región desde los años 70, así como la contaminación de ríos por las empresas que han llegado, refiere en entrevista Guadalupe Martínez, una de las coordinadoras del estudio.

La información se recabó en marzo de este año mediante foros y entrevistas con el propósito de que la propia comunidad definiera su concepto de violencia, en lugar de llegar a imponer ideas ajenas a su cultura, explica Dalí Ángel Pérez, de Ciarena.

La investigación, titulada Voces de la tierra, diagnóstico: violencia, sus manifestaciones y sanaciones desde la visión indígena, contó con la participación de autoridades, mujeres, niños y hombres pertenecientes a pueblos zapotecos, chinantecos y mixes en cuatro comunidades: San Juan Jaltepec, San José Río Manso, Paso del Águila y Montenegro.

La activista subraya que es la primera vez que se hace un diagnóstico así en el sureste mexicano, donde es frecuente la violencia hacia las mujeres y la niñez indígena. Hay organizaciones que trabajan en la región sobre temas de conflictos agrarios y cómo solucionarlos, pero el tema de la participación de la mujer y la niñez indígena en la defensa del territorio no se había tocado, expone.

El documento recoge testimonios de los participantes, y en ellos los niños expresan que la violencia es cuando te maltratan y te amenazan para que no digas nada; eso no nos permite estar bien, ni contento ni feliz. Las groserías, los apodos, cuando nos callan, no nos ponen atención, cuando no nos escuchan, nuestras opiniones no son tomadas en cuenta, nos gritan y a veces nos tratan diferente a nuestros hermanos.

El documento también da cuenta de la gravedad de la violencia sexual en contra de las niñas. Esta situación, no reconocida abiertamente, es producto de señalamientos sociales, causante de pena, burlas y todo un sistema de linchamiento social comunitario que no permite que este tipo de hechos sean denunciados.

Además de la conceptualización de la violencia, más allá de las violencias que se han clasificado en una ley, los foros buscaron diseñar un modelo de atención a los problemas y preocupaciones expresadas que también surgiera de la propia comunidad.

Así, los niños propusieron la creación de una unidad de derechos humanos en el interior de sus propias comunidades.