Al cumplirse 27 años del sismo de 1985 que devastó al Distrito Federal, los topos de Tlatelolco de la Brigada Internacional de Rescate Azteca refrendaron ayer su compromiso de salvar vidas, porque para esto se vive, afirmó Héctor Méndez, uno de los fundadores de esa organización.

Después de viajar por varios países para apoyar en catástofres, Héctor, mejor conocido como El Chino, aseguró que para ser topo hay que morirse en la raya, ser voluntario y no mercenario, olvidarse del ego, de los reconocimientos y de los agradecimientos; amar la vida y ser humilde, pero ante todo, no temer a la muerte.

No nos importa el dinero; cuando empieza a haber dinero todo se vicia. Nos donan cosas, nos apoyan, pero no tenemos patrones, aquí no hay cargos.

Reconoció que en otros lugares los rescatistas de más experiencia no entran a los edificios colapsados, porque dizque coordinan desde afuera; sin embargo, explicó, con ellos es lo contrario: aquí se está dispuesto a morir por encontrar vida, y si ya no es posible, para poder ver a tu ser querido, aunque sea por última vez.