Tultitlán, Méx., 20 de septiembre. Un migrante hondureño identificado como Josué, de 18 años de edad, fue trasladado la noche de este jueves al hospital estatal Vicente Villada debido a un problema gastrointestinal, luego de estar tirado cinco horas en una calle de la colonia Lechería. Personal de protección civil municipal se negó a ayudarlo con el argumento de que no había quien se hiciera responsable de él.

Vecinos avisaron la tarde de este jueves que en la avenida 11 de Julio, casi esquina con la carretera Cuautitlán-Lechería, un joven indocumentado se retorcía de dolor y estaba casi inconsciente. Dijeron que tenía cuatro días sin comer.

Los colonos denunciaron que personal de la ambulancia 5909 de la dirección de protección civil municipal llegó a las 17 horas, pero se negó a llevarse al joven porque no había quien se hiciera responsable. Un grupo de colonos encaró a los paramédicos y les exigió dar ayuda humanitaria al migrante.

Si usted se hace cargo del migrante, nos lo llevamos, respondió uno de los paramédicos a un vecino. Incluso recomendó juntar dinero para llevarlo a un doctor, acusaron.

Los paramédicos le dieron al migrante pastillas de butilhioscina (medicamento usado para dolores espásticos del tubo digestivo) y metamizol sódico (para dolor, fiebre, inflamación y espasmos), además de suero. Luego lo dejaron tirado. Dijeron que las molestias se debían a que comió tacos y le hicieron daño.

Los colonos organizaron una colecta y trajeron un médico particular. Otros fueron a la iglesia local por el sacerdote Cristián Rojas, quien fue director de la casa del migrante San Juan Diego.

El galeno atendía al migrante cuando, por presión de los vecinos, los paramédicos de la ambulancia 5909 regresaron. Como en esta ocasión el párroco se hizo responsable del migrante, lo llevaron al hospital Vicente Villada, ubicado en Cuautitlán, donde se esperaba que ingresara la noche de este jueves.