El general colombiano Óscar Adolfo Naranjo Trujillo afirmó que sólo fungirá como asesor externo del presidente electo Enrique Peña Nieto; aseguró que no ejecutara ninguna acción de gobierno y que la integración del plan de seguridad pública para la próxima administración federal es elaborado por los colaboradores del designado presidente electo, lo anterior al participar en una conferencia de prensa, en la cual el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) lo presentó como director ejecutivo del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía.

Durante su exposición, el futuro consultor aseguró que no hay nada más odioso que un asesor externo. Yo los padecí, yo los viví. En los peores momentos, cuando parecíamos ir al abismo de un Estado fallido, por mi país desfilaron cualquier tipo de asesores. Aunque aceptó que tal vez en México no funcione el esquema colombiano, dijo que los asesores abren una ventana a la tropicalización, a la inspiración.

El ex director de la Policía Nacional de Colombia dijo que sus vínculos con agencias de Estados Unidos se dieron en un contexto de colaboración para combatir los grupos criminales y que las versiones que han surgido de presuntos nexos con el narcotráfico cuando fue jefe policiaco “son afirmaciones que caen al vacío y que bastaría con contrastarlas con el sin número de reconocimientos que me han dado (...) son afirmaciones que para nada corresponden a la realidad.

“Algo que gravita en mí es por qué se inició esta campaña –de versiones que mencionan presuntos vínculos criminales en Colombia–, a quién le interesa que Naranjo no siga avanzando para proteger a la ciudadanía. Bastó que los narcotraficantes mexicanos supieran que venía a México para que se desatara una campaña de desprestigio que nunca se dio en el pasado”, aseguró.

Naranjo dijo que la principal finalidad del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía es promover y desarrollar programas de fortalecimiento institucional y nuevos sistemas de interlocución entre ciudadanos y los gobiernos a fin de generar una mejor ciudadanía, pero, añadió, este organismo impulsado por el Tecnológico de Monterrey no busca suplantar organizaciones ni institutos que están haciendo desarrollo en esta materia. Se busca que las buenas prácticas de ciudadanía se repitan en América Latina y que nuestras democracias imperfectas den un salto cualitativo.

Aseguró que el hecho de haber sido policía no es incompatible con la dirección de un instituto que promueva la ciudadanía, ya que, en términos conceptuales, es totalmente consecuente que una persona que se desempeñó durante años en el área de seguridad, que se acercó a la comunidad para servir, ponga su experiencia y su habilidad al servicio de la ciudadanía.