El presidente Felipe Calderón realizó una visita de supervisión al Gran Telescopio Milimétrico, en Atzitzintla, Puebla. El equipo forma parte de un proyecto binacional entre México y la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, con el cual los astrónomos pueden estudiar fenómenos físicos asociados con el origen del universo.

La Presidencia de la República informó de la visita del mandatario, quien en su agenda oficial tenía previstas sólo actividades privadas. El comunicado respectivo fue emitido por la tarde, aunque varias horas antes el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, comentó la información a través de su cuenta en la red social Twitter.

Durante el recorrido se informó que el pasado 1º de junio con ese telescopio se hicieron las primeras observaciones y detecciones de gas molecular, que es la materia prima para la formación de nuevas estrellas en el universo.

El Gran Telescopio Milimétrico está formado por una superficie parabólica que capta radiaciones provenientes del espacio en el rango de 350 a 75 Ghz, las cuales corresponden a longitudes de onda de 0.85 a 4 milímetros; por eso el nombre de milimétrico. Está ubicado en la cima del volcán Sierra Negra, en Puebla, a 4 mil 581 metros sobre el nivel del mar, lo que facilita la precisión que requiere la observación astronómica en longitudes de onda de hasta tres milímetros.

Además de lo anterior, el equipo también puede captar la radiación milimétrica que se emite en las regiones frías de la Vía Láctea, como las nubes moleculares y las regiones de nacimiento de estrellas y planetas.

De acuerdo con la información difundida por Los Pinos, el principal impulsor del proyecto del telescopio fue el doctor Alfonso Serrano Pérez Grovas. Actualmente el equipo –el más grande en su tipo– está bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.

También se informó que en la construcción de 85 por ciento del telescopio participaron empresas mexicanas y que fue necesaria la formación de posgraduados con nuevas competencias en los campos de electrónica, óptica, sistemas de control e instrumentación y criogenia, así como en áreas críticas para la astronomía milimétrica moderna.