La Casa Azul acogerá la muestra Las apariencias engañan, en noviembre
La pintora vestía de tehuana para proyectar la tradición mexicana y sus convicciones políticas, dice Circe Henestrosa, curadora de la exposición
Exhibirán 22 atuendos de manera alternada
Viernes 28 de septiembre de 2012, p. 5
La pintora Frida Kahlo (1907-1954) decidió construir su imagen personal alrededor de la vestimenta tehuana para proyectar no sólo su propia tradición mexicana sino sus convicciones políticas, sostiene Circe Henestrosa, curadora de la exposición Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo, la cual se inaugurará en noviembre en el museo dedicado a la pintora, la Casa Azul de Coyoacán.
No fue casual que Frida haya elegido la ropa de esa región de Oaxaca, porque ahí las mujeres son administradoras en sus familias; la imagen de las tehuanas es poderosa, continuó la especialista durante la rueda de prensa efectuada ayer en ese recinto.
En 2007, tras 50 años de permanecer bajo llave por petición de Diego Rivera, se abrieron las puertas de dos baños, baúles y roperos de la Casa Azul (cuya primicia dio a conocer La Jornada el 6 y 15 de junio de ese año). Ahí se encontraron documentos, fotografías, obra plástica y una colección de textiles del guardarropa de Frida Kahlo, integrada por más de 300 piezas.
Es la primera vez que el público podrá apreciar algunos rebozos, faldas, blusas, enredos, vestidos, mantos de tehuana, medias, enaguas, pantalones, camisas, listones, corsés y trajes de baño que conforman ese acervo, el cual hoy se ha restaurado en 80 por ciento. Serán 11 atuendos de Kahlo en exhibición, los cuales se rotarán cada cinco meses, para sumar 22.
Frida usó esa ropa por el cariño, amor y respeto que tenía a su país, sobre todo al pueblo campesino que había sido liberado por la Revolución Mexicana. A Kahlo y a Diego Rivera les debemos el impulso a la cultura popular mexicana
, comentó Carlos Phillips Olmedo, director general de los museos Dolores Olmedo, Diego Rivera (Anahuacalli) y Frida Kahlo.
Confeccionados en seda, terciopelo, con bordados, aplicaciones o encajes, todas las piezas revelan fragmentos de la historia e identidad de Frida. Además de los elementos de etnicidad, también hubo razones que fueron más allá de un gusto personal.
Al vestirse de tehuana, Frida lograba que quienes la miraban centraran su vista en la parte superior de su cuerpo, en su cabeza, sus tocados, siempre como una reina, no en su cuerpo roto
, explicó Circe Henestrosa.
La moda es arte
La manera de vestir de la pintora llamó la atención en los años 30 del siglo pasado a la revista Vogue, la cual en octubre de 1937 captó con el lente de Toni Frissell una hermosa e icónica imagen de Frida para su portada.
En 2011 esa publicación, patrocinadora de la exposición Las apariencias engañan, publicó un reportaje de moda realizado en la Casa Azul, recinto donde se expondrán además, en la sala Vogue
, el trabajo de diseñadores que han retomado aspectos estéticos de la imagen creada por Frida, como el inglés Alexander McQueen, el italiano Riccardo Tisci (de Givenchy), la japonesa Rei Kawakubo (de Comme des Garçons), el dúo holandés de Viktor & Rolf y Jean Paul Gaultier.
La moda es arte y esto es lo que las personas podrán ver en la sala Vogue, que será iluminada por grandes contrastes: líneas muy sobrias y oscuras que hablan del gran dolor de Frida Kahlo, y atuendos llenos de color que refieren su gran amor por la vida y la cultura de su país
, comentó Kelly Talamas, directora editorial de Vogue México y Latinoamérica.
Por su parte, la empresa Condé Nast Digital, con el apoyo del Museo Frida Kahlo y American Express, realiza un documental de la exhibición. Dicho audiovisual constará de tres capítulos que narrarán desde la reapertura de los baúles de Frida Kahlo para elegir las piezas de la exhibición hasta el día en que se inaugure Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo.