Parecía una despedida por el largo discurso que el presidente Felipe Calderón dio a los medallistas paralímpicos de Londres 2012, quizá la última reunión con ellos en lo que resta de su administración, que ayer entregó estímulos económicos a los ganadores de preseas, además de que también serán premiados el cuarto y quinto lugares como anunció el mandatario.

Se mostró emocionado por las hazañas que lograron los deportistas con capacidades diferentes por los reportes diarios que le daba su esposa Margarita Zavala, porque también había que cuidar la chamba, dijo el jefe del Ejecutivo entre risas después del desayuno que ofreció a la delegación en la residencia oficial de Los Pinos.

Los elogios entre el anfitrión, acompañado por Bernardo de la Garza, director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, y los invitados eran mutuos, aunque fue el nadador Gustavo Sánchez, máximo ganador de preseas (dos oros, una plata y un bronce) el que llevó la voz de sus compañeros para enaltecer los logros de una delegación que hizo historia en el deporte paralímpico.

Levantando el único brazo que tiene, el deportista en silla de ruedas contagió a todos los presentes por su sonrisa y por la fluidez de sus palabras. Para él no hay adversidades, sino retos, y es así como se levanta cada día.

Practicante de natación desde hace 11 años, Sánchez sabe lo que quiere, y más ahora con su cosecha de medallas. En una de la finales que disputó compartió el podio con otro nadador ejemplar y experimentado: Juan Ignacio Reyes, con quien ayer estuvo en la mesa junto al Presidente.

Los dos referentes de la natación en el deporte adaptado, Juanito –acumula cinco justas paralímpicas– y Gustavo, quien debutó en Londres, fueron los más aclamados de la delegación que demostró en la capital británica con 21 medallas ganadas que con dedicación y esfuerzo podemos lograrlo, porque no tenemos límites, refirió Sánchez, quien busca una beca académica para estudiar ingeniería.

El bicampeón paralímpico dijo que su actuación y la sus compañeros ha dejado atrás el México del ya merito y el del sí se puede para ser el México del sí se pudo, y espera que los apoyos de quienes próximamente dirigirán la nación se redoblen en todos los niveles, particularmente para las personas con discapacidades, quienes pueden ser productivas en cualquier ámbito, no sólo en el deportivo.

“Ya no queremos que nos digan ay pobrecito. Queremos que (la sociedad) esté orgullosa de nosotros.... Muchos piensan que lo que hacemos es de un día para otro, pero mi trabajo es de 11 años y con una actitud positiva.

La gente ya nos voltea a ver, ya se interesa por nuestras competencias y el movimiento paralímpico de México está despertando con las nuevas generaciones, dijo el nadador en entrevista.

Se sintió emocionado por las palabras de Calderón que casi sonaron a despedida, pues a pesar de las adversidades su vida es una lección y un ejemplo de coraje, de valor que aprendió en su gestión, afirmó.