Culiacán, Sin., 1º de octubre. La falta de empleo y de apoyos gubernamentales han propiciado que el crimen organizado, en particular el cártel de los Beltrán Leyva, obligue a habitantes desplazados por la violencia a trabajar en plantíos de drogas y a otras actividades delictivas en las zonas serranas de los municipios de Badiraguato y Sinaloa, a cambio de permitirles que regresen a sus comunidades.

Familiares de desplazados señalaron que algunos han sido obligados a convertirse, amenazados por las bandas criminales, en cultivadores de drogas o sicarios en las comunidades de Ocurahui, San José de los Hornos, Sierra de los Germán y La Joya de los Martínez.

Algunas de estas familias acudieron a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) a interponer quejas y pedir respaldo para que puedan regresar a sus comunidades sin riesgo, pero personal del organismo les respondió que eso no era de su competencia y ofreció apoyar sus gestiones ante el gobierno estatal.

La Secretaría de Desarrollo Social y Humano informó que existen alrededor de 2 mil familias desplazadas por la violencia en 12 de los 18 municipios de Sinaloa.

La Comisión de Defensa de los Derechos Humanos señaló que entre 25 mil y 30 mil personas dejaron su hogar a finales del año pasado. En agosto y septiembre, 489 familias desplazadas regresaron y 690 siguieron refugiadas. En los municipios de Badiraguato, Sinaloa, Elota, El Fuerte, Mocorito, Cosalá, San Ignacio, Mazatlán, Rosario, Salvador Alvarado, Concordia, y Culiacán había mil 177 familias afectadas por este fenómeno hasta agosto.