Morelia, Mich., 1° de octubre. Una vez pasada la crisis en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), derivada de la toma de instalaciones por moradores de casas de estudiantes entre el 4 y el 26 de septiembre, el Consejo Universitario acordó reglamentar los 35 albergues que hay en la entidad, únicos en el país, que alojan a más de 5 mil estudiantes de ésta y otras entidades. No pretendemos desaparecerlas, pero es necesario que existan normas, afirmó el rector Salvador Jara Guerrero.

El consejo designó una comisión de reforma jurídica encabezada por el director de la Facultad de Derecho, Hill Arturo del Río, quien solicitará a los moradores que informen si ya cuentan con algunas reglas para que sean tomadas en cuenta. El nuevo reglamento se aplicará en todos los albergues, tanto independientes como los adheridos a organizaciones estudiantiles.

Uno de los objetivos de esta medida es que los albergues se conviertan en organizaciones académicas y no políticas. Los consejeros acordaron normar los requisitos de ingreso y permanencia en los albergues, así como la posibilidad de que las becas se entreguen de manera individual a sus moradores. Asimismo se consideró necesario fiscalizar el manejo de recursos en cada casa.

La UMSNH ha tenido dos crisis este año, una a finales de abril, cuando moradores de casas de estudiantes secuestraron e incendiaron varios vehículos, por lo que fueron desalojados de tres albergues y consignados. El otro ocurrió a partir del 4 de septiembre, cuando integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha tomaron instalaciones de la institución durante 22 días para exigir acceso a unos mil 200 jóvenes que reprobaron el examen de admisión o que ni siquiera lo presentaron.

De los 55 mil estudiantes de la universidad, aproximadamente 10 por ciento son moradores de albergues destinados a alumnos de escasos recursos. Se calcula que unos mil de estos jóvenes provienen de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz, entre otros estados.

A la UMSNH le cuesta cerca de 140 millones de pesos mantener estas casas, en las que prácticamente no existe control porque los moradores no permiten la entrada de autoridades universitarias. Ni siquiera existe un censo de ocupantes. Si bien miles de profesionales y académicos fueron usuarios de las casas de estudiantes, éstas han sido infiltradas desde hace décadas por porros, partidos políticos y grupos ajenos a la casa de estudios.

Los albergues estudiantiles de Michoacán se han regido por un sistema de autogobierno desde hace más de 70 años. Es decir, a pesar de que dependen económicamente de la UMSNH, en términos de decisiones, de organización y de regulación, son autónomos.