Aguascalientes, Ags., 5 de octubre. Los contratos de los dos jugadores colombianos del León, Eisner Iván Loboa Balanta y Hernán Darío Burbano, aparecieron en poder de una mujer ejecutada el sábado 29 de septiembre, al medio día cuando salía de una estética.

De acuerdo con fuentes cercanas a la Procuraduría General de Justicia del Estado, (PGJE), que solicitaron el anonimato, se informó a La Jornada que los nombres de los futbolistas aparecen en los contratos que Paola Portillo tenía en el interior de su camioneta, así como 20 mil pesos en efectivo, y un boleto de avión con destino a Houston.

Cuando iba abordar su vehículo, Portillo fue alcanzada por un motociclista que se le emparejó y le disparó a bocajarro en tres ocasiones provocándole la muerte, en la calle del fraccionamiento Jardínes de la Luz, al sur de esta capital.

El agresor fue detenido la tarde del jueves y se encuentra en la casa de arraigos de la Policía Ministerial del Estado. Sin embargo no se proporcionó su nombre.

Lo que sí trascendió fue que en su declaración preparatoria señaló que el homicidio estuvo relacionada con un asunto de drogas.

Paloma Portillo era la viuda de un narcotraficante conocido como Óscar Araujo López alias el Tonaca, el Óscar o el Sol, quien formaba parte del grupo criminal La Oficina, ejecutado en febrero de este año.

Araujo se dedicaba a la venta de drogas en los edificios Infonavit IV Centenario y fue asesinado a balazos la mañana del domingo 27 de febrero de 2011 cuando presenciaba unas peleas clandestinas de perros, en un galerón derrumbado en el rancho La Cieneguita, en San Miguel El Alto, Jalisco.

Portillo registró su última residencia en el fraccionamiento campestre Vista Alegre, ubicado en el sur de esta ciudad, y fue ultimada en la segunda privada del fraccionamiento San Marcos, en Jardines de la Luz, cuando salió de la estética Palacios e iba a subir a su camioneta Chevrolet Cheyenne, de doble cabina, color blanco, de modelo reciente y con placas de circulación GL-86-336 de Guanajuato.

Hasta el momento se desconoce por qué la mujer ultimada poseía los contratos de los futbolistas, pero se presume que era su representante.