No había mucho de dónde elegir en Lomas de Plateros, un barrio peligroso de Fresnillo, Zacatecas, territorio asolado por el narcotráfico. Las opciones más atractivas para un joven como Adolfo Vega, el Camo, eran trabajar como halcón –vigía atento a los movimientos de policía y Ejército– o ser reclutado como sicario.

El sueldo que le ofrecían era de 2 mil pesos quincenales y la promesa de un auto. Mientras se debatía entre esas opciones, vivía del robo con algunos de sus compañeros de la pandilla Los Pachucos.

Camo mira su pasado y se sorprende al compararlo con su vida actual. Ayer anotó el último gol en la victoria 12-2 de México sobre Gales, en la fase de grupos del Homeless World Cup, torneo de futbol para personas en situaciones de exclusión social.

Los participantes tienen historias cercanas, vivían en situación de calle, en contextos violentos o en extrema pobreza. Todos cambian de manera radical como sujetos. De parias a ciudadanos admirados y reconocidos, admiten los seleccionados mexicanos.

Vega firma autógrafos y se toma fotos ante la multitud de gente que acudió al Zócalo capitalino para ver el torneo. Está emocionado porque lo tratan como un héroe deportivo: Miro atrás y pienso que si no fuera por este torneo estaría preso o muerto, o habría terminado como sicario del narco.

La admiración que hoy genera el jugador de 21 años no lo confunde y como casi todos los que viven esta experiencia participará en la integración de otros jóvenes en situaciones adversas, utilizando el futbol como remedio.

Creo que cuando esto acabe volveré a mi barrio para ayudar a otros morros que estén en situaciones como la que yo estaba. Voy a ser entrenador o a ver qué para ayudar como a mi me ayudaron para salir de eso, dice el Camo, quien no deja de firmar playeras.

Ahora quiere disfrutar la victoria, la segunda del día porque en la mañana México goleó 10-5 a Dinamarca.

La selección mexicana femenil también festeja su excelente paso –tras un debut exitoso ante Estados Unidos y la goleada de ayer de 10-0 sobre Inglaterra–, pero se quedó en la línea ante las complicadas brasileñas, con las que perdió 7-8 en un duelo muy reñido.

Este lunes continúa la fase de grupos, en la que jugarán dos partidos más cada uno, con el deseo de ser campeones en casa.